Donostia. Tras casi 20 años sin poder contar con este instrumento, la iglesia parroquial de Santa María de Deba estrenó este verano su flamante órgano Grenzing, nombre de la casa que lo ha fabricado. La colaboración de instituciones, como la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de la localidad, y la de personas anónimas -unas 200 familias particulares- ha permitido construir una pieza del nivel "de los grandes órganos del territorio", según explicó el músico Esteban Elizondo.
Junto a Mikel Egaña, párroco de la iglesia que alberga la "nueva joya", presentó ayer en el Koldo Mitxelena de Donostia el libro El órgano Grenzing de la parroquia de Santa María de Deba, un repaso a la historia del pueblo, a la de sus órganos y organistas, y una descripción del nuevo instrumento. "Es una especie de acta de un recorrido que nos ha costado mucho tiempo y esfuerzo", afirmó Egaña.
Elizondo, que ha participado en el proceso de asesoramiento y en las gestiones, comentó que construir un nuevo órgano es algo "muy complejo". "Existían muchas posibilidades pero hemos optado por uno del siglo XXI basado en nuestras raíces", añadió.
El instrumento, que tiene un peso aproximado de diez toneladas y una altura de doce metros, posee 2.343 tubos cantantes, tres teclados manuales de 56 notas, un pedalero de 30 notas y 48 pomos grabados en euskera. "Sonará, y muy bien, la música polifónica, las piezas de Bach, por ejemplo. Es muy dúctil y su sonido es dulce aunque puede llegar a ser muy potente", aseguró Elizondo, que fue el encargado de realizar las primeras pruebas en el taller de la casa Grenzing en El Papiol (Barcelona).
El experto se mostró satisfecho con el resultado y confesó que cree que la pieza "está al nivel de los grandes órganos de Gipuzkoa aunque el juicio lo tendrá que hacer el tiempo".
interés de todo el mundo El órgano ha contado con un presupuesto de 600.000 euros -parte de ese dinero ha estado destinado al acondicionamiento de la iglesia para albergarlo- y según los responsables se trata de una "inversión a largo plazo". "Tiene un fin religioso pero también cultural", agregó Elizondo.
El organista afirmó que el instrumento ha concitado el interés de especialistas de todo el mundo. "Si se encarga el proyecto a un organero famoso -la firma Grenzing ha creado los órganos de las catedrales de Madrid o Bruselas- creas expectación y eso ayuda mucho a la hora de poder grabar discos u organizar concursos".
La organista titular de la parroquia debarra, Edurne Rodríguez, está "encantada" y ya siente el instrumento "como si fuera suyo".