sevilla. La Duquesa de Alba, que ha trabajado en los preparativos de la exposición Colección Casa de Alba, que hoy se inaugura en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, recordó ayer cuando la retrató el pintor guipuzcoano Ignacio Zuloaga (Eibar, 1870-Madrid, 1945) y aseguró que "el pintor dijo que jamás retrataría a otra niña, y así fue".
En una entrevista, Cayetana de Alba aseguró que es preferible pintar, como ella ha hecho durante años, que posar de modelo -"hacer de modelo es muy aburrido, horroroso"-, a lo que hay que añadir que cuando posó para Zuloaga lo hizo a caballo -"yo me movía más que el caballo", confesó-. Aunque también ha sido esculpida por Mariano Benlliure, de todos los retratos que le han hecho su preferido es el de Zuloaga a caballo y vestida de corto, lo que le hace pensar que "lo difícil es lo más valioso".
Sobre la propuesta de Pablo Picasso de retratarla como Goya a su Maja, la duquesa señaló que la rechazó porque "creo que me hubiera agobiado; eran otros tiempos; yo no llegué a conocer a Picasso, fue un recado suyo a través de Dominguín", de modo que, aseguró, no se arrepiente de aquella negativa. "De Picasso lo que más me gusta es su época azul; tengo un picasso de su última época, tras comprar ese cuadro Picasso se murió enseguida", apuntó la duquesa, quien aseguró no recordar el cuadro en el que más dinero se gastó: "No lo recuerdo, pero bastante porque los más modernos de la colección los he comprado yo; me gustaría tener un Gauguin o un Van Gogh, pero no me da para eso".
"Tengo muchos amigos artistas, lo que pasa es que algunos ya no están, como Pepe Caballero que, cuando vivía, era el que más me gustaba, y me dio clase", señaló, mientras que a la pregunta de su amistad con los artistas, con lo especiales que son, ha respondido rápida y con risas: "Es que yo soy muy especial también".
El arte contemporáneo también le interesa, "pero no todo, me interesa y me gusta lo moderno, pero lo que más el impresionismo", y eludió dar nombres de sus artistas preferidos "para que no haya piques".
La duquesa abandonó la actividad pictórica cuando la muerte de su segundo esposo le dejó paralizada la mano derecha: "Yo no imitaba a ningún maestro; yo pintaba lo que me salía, era un poco impresionista y un poco naif".