Durante las últimas dos semanas, el Euskaltel-Euskadi ha ido plasmando de forma pública, pincelada a pincelada, la composición de su plantilla para la temporada 2026. Entre los anuncios ya realizados figura el de la promoción desde el filial de Yago Aguirre (Donostia, 2004), ciclista en cuy palmarés destacan dos títulos estatales, el junior de 2025 y el sub-23 que el pasado junio le abrió una puerta hacia el profesionalismo.

 ¿Contento?

Sí, por supuesto. Cuando el año pasado fiché por la Fundación Euskadi lo hice con la idea de subir a profesionales con el Euskaltel. O de intentarlo por lo menos. Y lo he conseguido.

Tras ser campeón de España junior en 2022 pasó directamente a la élite con un equipo Continental alemán, el Rembe. ¿Cómo se gestó el regreso a casa tras dos temporadas en el extranjero?

El equipo que citas se fusionó el pasado invierno con otra escuadra de allí, por mediación de la Federación de Alemania. Establecieron como norma que en la nueva plantilla sólo podían correr ciclistas del país, así que, evidentemente, yo ya no podía seguir allí. Si no se llegan a dar estas circunstancias, creo que habría continuado en el Rembe, pero ahora, a toro pasado y viendo lo que ha terminado sucediendo, creo que el cambio me ha venido muy bien.

Hábleme de cómo se ha gestado en 2025 su salto al equipo naranja. Atendiendo a sus resultados, parece que no empezó a carburar hasta verano.

Bueno, yo diría que empecé a carburar en marzo, pero...

Pero durante una temporada pasan cosas.

Claro. Y yo tuve una caída relativamente seria en la carrera de Markina, cuando además estaba haciendo un buen papel en esa prueba. Me dañé una rodilla y tuve que estar dos semanas sin tocar la bicicleta, con lo que perdí prácticamente toda la forma que había acumulado en invierno. Cuando volví a ponerme en marcha, a mediados de abril, contaba con que me costaría recuperar esa condición previa, pero también te reconozco que al final resultó más complicado de lo previsto.

Para junio sí que había vuelto a su versión óptima, ¿no?

Sí. Las sensaciones ahí ya eran buenas de nuevo, y las confirmé ganando el Campeonato de España sub-23. Aquella victoria, la primera del año, significó verme entre los mejores después de un par de meses difíciles. Supuso un buen empujón.

Sus características como ciclista

Le ha ido mejor fuera de Euskadi que en las carreras del circuito vasco-navarro.

Es que tengo muy claro que, si el asunto llega a depender de mi nivel en los torneos Euskaldun y Lehendakari, no me habrían pasado al equipo profesional.

¿Y a qué achaca esa diferencia en sus prestaciones?

A que las carreras de aquí apenas duran dos horas y media, tres como mucho, y no hay tiempo en ellas para que a la gente le llegue la fatiga. Yo soy un ciclista más diésel. Cuanto más larga y más dura resulte una competición, mejor. Por eso he destacado más en las vueltas de fuera de Euskadi o en el propio Campeonato de España. En mi etapa de junior ya percibía que, por lo general, el desgaste no me afecta tanto como al resto.

Aguirre, este pasado junio proclamándose campeón de España sub-23 en Granada. RFEC

Teniendo en cuenta todo esto que me explica, ¿qué tipo de ciclista cree que puede ser en el campo profesional?

No tengo ni idea. Para empezar, pienso que las carreras deben dárseme mejor que las del campo amateur, por una simple cuestión de longitud y de dureza. Y si me preguntas por mis características, creo que habrá que ir analizándolo todo sobre la marcha. 

Pero contará con algún punto de partida, ¿no?

Para lo poco que peso, creo que soy un buen rodador y que quizás no subo tanto como debería por mi físico. En la categoría Continental sí que me vi bastante bien cuesta arriba. Recuerdo, por ejemplo, una Vuelta a Turquía en la que aguanté mucho en el grupo de los mejores, subiendo un puerto duro. Pero quizás mis características me lleven a partir de ahora a ser un corredor más todoterreno.

“Fiché por la Fundación con el objetivo de subir al Euskaltel; visto lo visto, tomé la decisión correcta, aunque el año no empezara bien

¿Entrenando con potenciómetro?

(Risas) Es algo en lo que me han insistido... En juniors no tenía. Sí que lo utilicé durante mis dos años en Alemania. Y esta última temporada, mientras, la arranqué con el aparato estropeado. No funcionaba. Tengo que confesar que no me moví mucho para solucionar el problema... Me encontraba bien entrenando por sensaciones. Y en el equipo, viendo que los resultados eran buenos, me lo iban permitiendo en cierto modo. Pero ahora ya no. Desde esta próxima pretemporada voy a hacer toda la preparación con potenciómetro.

¿Fugas y protagonismo o buenas clasificaciones y puntos UCI para el equipo? Son las dos metas que puede plantearse de cara a 2026.

Dependerá de la carrera en cuestión. Por mis cualidades, creo que habrá días en los que pueda intentar acabar en puestos de honor. Y respecto a las escapadas, aunque quizás me cueste más ese momento explosivo inicial en el que se forman, confío en que, una vez dentro, el paso de los kilómetros me haga menos mella que a los compañeros de fuga. 

¿En qué carrera sueña con participar y dejarse ver?

No voy a ser muy original con la respuesta: Itzulia y Clásica, las dos de casa. Pero si tengo que escoger, me quedo con la Clásica. Es la que llevo viendo desde pequeño.