El principal candidato, el máximo favorito, era Caleb Ewan, que no ha dejado pasar la oportunidad para levantar los brazos en Lodosa. En una carrera sin apenas esprinters de renombre, Ewan ha sido el mejor en una victoria limpia, la primera suya en la Itzulia.
Cuando fichó por el Ineos parecía que estaba en decadencia, pero lleva dos triunfos este año y la victoria lograda en la Itzulia, una carrera del WorldTour, ya hace rentable su fichaje por el equipo británico. Ellos han controlado la fuga, con un valiente Xabier Isasa, que lo ha buscado hasta el final, pero en un recorrido así era imposible. El único elemento que hubiese podido alterar la etapa en un terreno expuesto era el viento, pero no ha aparecido. No Eolo, no party.
A partir de ahí, ninguna sorpresa. La fuga ha hecho el camino que el pelotón le ha dejado hasta que se ha armado el esprint, donde Ewan ha sido el más rápido y ha vencido con contundencia. Digamos que tras dos etapas, la Itzulia tomará el pulso en la jornada entre Zarautz y Beasain, sobre todo por la aproximación que exige Lazkaomendi, que será el punto crítico de la etapa. No tanto por la dureza del puerto sino por cómo entrar en él. La carretera es muy estrecha y la pelea por la posición va a ser clave. Al tratarse de una entrada a la subida tan estrecha, el que pierda posiciones va a ser muy complicado que pueda remontar. Creo que veremos algunas diferencias entre los de la general por este motivo. Supongo que se harán distintos grupos. Si llega buena parte del pelotón hasta Lazkaomendi, más de uno tendrá que echar pie a tierra porque no hay espacio para todos. La tensión de la carrera se concentrará en este punto. Los hombres de la general, en ese sentido, tendrán que estar muy atentos.
Director deportivo del Eulen-Nuuk zarauztarra