Ardenas en casa: Zarautz-Beasain, etapa 3 de la Itzulia, con Unai Iribar
El ciclista ibartarra del Kern Pharma desglosa la jornada guipuzcoana del próximo miércoles, con un final perfecto para quienes vengan a preparar Amstel, Flecha y ‘Lieja’
Thibau Nys (Lidl-Trek), Romain Grégoire (Groupama-FDJ), Mauri Vansevenant (Soudal Quick-Step), Axel Laurance (Ineos), Marc Hirschi (Tudor), Ben Healy (EF Education)... Un rápido análisis de la lista de preinscritos para esta próxima Itzulia apunta a la participación masiva de un perfil muy concreto de ciclista, hombres explosivos que utilizan la prueba vasca para llegar con buen punto competitivo a las clásicas de las Ardenas. Esperan ya a la vuelta de la esquina citas como Amstel Gold Race, Flecha Valona o Lieja-Bastoña-Lieja, todas con cotas similares a las que decidirán el próximo miércoles la etapa de final en Beasain: dictarán entonces sentencia las subidas a Gaintza y Lazkaomendi, que incluyen tramos del 20% y del 18% respectivamente.
En Vitoria y Lodosa: "Primeras diferencias"
A los 25 años y en su cuarta temporada como profesional, el ibartarra Unai Iribar (Kern Pharma) se prepara para disputar la tercera Itzulia de su currículum, esta con un sabor especial al transitar carreteras en las que entrena a diario, precisamente las de la etapa más ardenera de la edición. “Nuestra carrera siempre se ha caracterizado por significar una buena preparación para quienes luego suben a Amstel, Flecha y Lieja. Es una prueba con etapas de características muy parecidas a las de esas citas, aunque en el caso de esta Zarautz-Beasain me queda la duda de cómo se organizarán los equipos entre Amezketa y Zaldibia. Se trata de un tramo llano bastante largo, entre la bajada de Gaintza y la subida a Lazkaomendi”, explica sobre unos kilómetros finales en los que profundizará más adelante. Antes, vaticina para empezar que la prueba llegará al miércoles con diferencias entre los ciclistas de la general, “porque la crono inicial de Vitoria es rápida, de fuerza, y también porque en la segunda etapa, con final en Lodosa, puede liarse una buena si sopla aire de costado”.
Zumaia, Meagas y Andazarrate: "Un comienzo fácil"
La tercera jornada arrancará en Zarautz y, antes de adentrarse en el interior de Gipuzkoa, tendrá un breve tramo costero. El pelotón se dirigirá a Zumaia recorriendo la orilla del Cantábrico, para regresar luego al punto de partida por Meagas y subir a continuación hasta Zudugarai, el alto de Orio. “Es un tramo sencillo, con carreteras amplias”, asegura Iribar sobre los primeros 25 kilómetros de la jornada, aptos a priori para que se forme una escapada. El cambio de panorama llegará precisamente en ese alto de Orio, donde los ciclistas girarán a la derecha para poner rumbo a Aia y ver reducido el espacio disponible sobre el asfalto. “Ahí la ruta se estrecha, además prácticamente hasta el final de etapa. Es cierto que la subida a Andazarrate resulta bastante llevadera, pero ya entonces empezará a cobrar importancia el asunto de la colocación, que puede ser clave en la jornada”, sostiene el ciclista guipuzcoano, quien ve en la siguiente dificultad montañosa algo así como un punto de inflexión en la etapa. Tras bajar a Asteasu desde el propio alto de Andazarrate, el pelotón iniciará la ascensión a Alkiza, cuatro kilómetros con una pendiente media del 6,6% y un tramo con rampas de hasta el 9%. Además, cabe tener en cuenta también que la calzada de este puerto, en sus dos vertientes, no tiene arcén ni línea central divisoria, sinónimo de una estrechez que generará nervios previos, según Iribar.
Alkiza, Santa Ageda, Mandubia...: "La colocación, clave"
“A ver qué tiempo nos hace ese día”, lanza el ciclista del Kern Pharma, en una alusión meteorológica que realizará igualmente para describir otros tramos de la jornada. En lo que se refiere a este, Unai subraya que, mediada la etapa, lo complicado de los descensos resultará tan determinante como la dureza de las subidas. “Alkiza no es muy largo, pero tiene su pendiente y una bajada con sus dificultades. Santa Ageda es un señor puerto, con cuatro kilómetros de rampas continuas muy próximas al 10%. Y el descenso posterior por Beizama es estrecho y muy revirados. En este tipo de carreteras, con tanta curva, tanta bajada y tanto cambio de dirección, el pelotón puede romperse en cualquier momento. Habrá látigos importantes y la colocación será crucial, tanto para no quedarte atrás como para no gastar de más”, señala Iribar, quien hace extensible estas sensaciones a los posteriores pasos por Mandubia, Lierni y Zerain. No parece esta, así, una etapa propicia para que la fuga llegue destacada a meta, por la dificultad del final y también por el ritmo que adquirirá antes un nervioso pelotón.
Gaintza, primer 'muro': "Cambia el terreno"
Crono el lunes, posibles abanicos el martes... “Y el miércoles creo que podremos ver por primera vez en esta Itzulia un mano a mano cuesta arriba entre los grandes favoritos”, reflexiona Iribar. Tras lo que habrán supuesto antes unos estresantes kilómetros de eliminación, las rampas de Gaintza seleccionarán más el grupo, aunque el ciclista ibartarra alberga dudas sobre lo definitivos que puedan llegar a resultar los cortes ahí. “Hay terreno y porcentajes para hacer daño, pero vuelvo a lo que comentaba antes. Tras el descenso, entre Amezketa y Zaldibia hay kilómetros llanos para que un grupo perseguidor pueda controlar a quienes se hayan marchado por delante”. Será terreno para que los corredores tiendan a reagruparse, y también para que, ya en la aproximación a Lazkaomendi, vuelva a emerger la lucha por la colocación.
Unai Iribar: "Llego a la Itzulia con los mejores datos de toda mi vida"
Lazkaomendi y meta: "Entre los diez primeros"
“Si aspiras a ganar esta etapa, tienes que entrar a Lazkaomendi entre los diez primeros”, sentencia Unai. “Se accede a la subida por un puente de hormigón estrecho tras el que espera una curva a derechas. Como esté el suelo mojado, el peligro aquí será muy grande. Luego viene una subida dura pero corta, cuyo tramo más exigente se recorre en unos tres minutos. Y finalmente hay un tramo de toboganes, con sus repechos, antes de coronar y bajar a Lazkao”. El ciclista de Ibarra vaticina que se destacarán “entre tres y cinco corredores” en la zona más empinada. Pero cree al mismo tiempo que, “si se organizan por detrás, hay terreno después para que un grupo de unos diez se juegue la victoriaen Beasain”. “Todo dependerá de las dudas que surjan delante y de la determinación de quienes persigan, pero pueden llegar a cerrarse huecos de hasta quince segundos, concluye”.