Una etapa repetida. Es lo que hemos podido ver de nuevo en la Vuelta. En las jornadas que están acabando al esprint estamos asistiendo al mismo patrón. Una fuga consentida y nada pasa hasta el final. Una pena lo que estamos viendo, pero de momento es lo que hay. Eso sí, debemos valorar el esfuerzo que están haciendo los equipos invitados por tener presencia en carrera. Tanto Euskaltel-Euskadi como el Kern Pharma lo están haciendo muy bien. Están en las fugas y están acumulando mucho protagonismo a través de esa vía. En esta ocasión han sido Txomin Juarisi e Ibon Ruiz los que se han lanzado a la aventura. El gasteiztarra ha repetido fuga. Probablemente, esos esfuerzos los pagará en la última semana, pero que le quiten lo bailado. Debemos aplaudir la actitud de ambos equipos, que están haciendo más llevaderas las jornadas al esprint. Era la tercera de la Vuelta y las cosas no han cambiado en ese aspecto. La fuga estaba condenada porque con solo dos corredores es imposible hacer daño a un pelotón que consiente estas escapadas, siempre bajo control. Eso implica que no haya una persecución real y basta con la inercia del final para acabar con la fuga y preparar el esprint. En esa situación de absoluta calma, solo ha habido un momento de tensión cuando se ha levantado algo de viento, pero en un día con tanto calor es difícil que sople fuerte para crear problemas de verdad. A partir de ahí, la resolución en un esprint muy largo y victoria para el joven Bittner, que ha podido con Van Aert. Al belga aún le falta un poco para ser el de siempre. El checo le ha aguantado y le ha ganado al final. De todos modos, Van Aert siempre está ahí y es muy loable lo que hace. El hecho de que esté peleando por el maillot verde implica que estará las tres semanas de la carrera, lo que siempre es bueno para la Vuelta porque se trata de una estrella del ciclismo. La victoria de Bittner ha sido una sorpresa, pero demuestra una vez más que el trabajo que se hace en el DSM es muy bueno. No tienen a los mejores, pero saben correr muy bien y sacan el potencial de los chavales.
El autor es director deportivo del Eulen-Nuuk