A mediados del pasado agosto, aún en pleno verano, el Laboral Kutxa anunció un fichaje de campanillas para 2024: tras una década en el extranjero, Ane Santesteban (Errenteria, 1990) volvía a casa. El movimiento fue interpretado, desde fuera, como un impulso para el ambicioso proyecto femenino de la Fundación Euskadi, y la propia Ane también lo sintió así. “Soy una ciclista que ha tenido algunos buenos resultados y quizás al equipo le faltaran corredoras de mi perfil, con años de trayectoria en el World Tour”. Un Campeonato de España, cinco top tens en grandes vueltas y dos participaciones olímpicas asoman, entre otros éxitos, en el palmarés de la errenteriarra, quien sin embargo se apresura a puntualizar que su incorporación no va aportar solo estadísticas del pasado, sino también rendimiento a futuro. “Yo soy súper competitiva”.

Sirva como ejemplo a este respecto su primera carrera con el maillot morado de la escuadra vasca, el pasado domingo en Mallorca. “Terminé décima, pero no conforme, porque siempre quiero más”, reflexiona sobre un estreno que no le dejó buen sabor de boca. “Si te digo la verdad, las sensaciones no fueron las mejores. Para mí se trataba del primer día de competición en la temporada y, sin ir mal, tampoco me encontraba del todo suelta. Después, el lunes, ya estaba andando bastante mejor, y precisamente por eso me dio rabia la caída”. Santesteban se fue al suelo en el tramo final de la jornada, pero sin consecuencias importantes, solo chapa y pintura. 

El equipo

La primera edición femenina de la Challenge balear inauguró para el Laboral Kutxa una campaña que Ane encara con mucho optimismo, en lo personal y también en lo colectivo. “Me he encontrado con un grupo muy unido, tanto en las dos concentraciones invernales como en el inicio del calendario en Mallorca. Viendo como corrimos allí, pienso que no debemos tenerle miedo a nada ni a nadie. Seguramente no seamos el equipo más fuerte del pelotón, pero ese compromiso y ese trabajo nos indican el camino a seguir”. Las italianas Nadia Quagliotto (3ª) y Laura Tomasi (8ª), así como la propia Santesteban (10ª), sumaron puestos de honor en las tres jornadas de carrera.

Transcurridos ya unos cuantos meses desde el anuncio de su llegada, Ane Santesteban se declara “muy contenta” con la decisión de regresar a casa. Y la explica detenidamente. “Yo siempre había dicho que mi sueño era correr los últimos años en un equipo vasco. Lo que pasa es que no existía un proyecto potente que me ofreciera la posibilidad de dejar una estructura del World Tour y seguir con unas buenas condiciones económicas. ¿Qué cambió? Pues que el Laboral Kutxa ha ido creciendo, que yo lo iba viendo desde fuera y que me surgió la opción de venir. Fue entonces cuando pensé que, si llevaba años reclamando la existencia de algo así en casa, tenía que aprovechar la oportunidad de sumarme al equipo, una vez que este había dado un paso al frente. Me animé y estoy encantada”. Firmó por tres temporadas, así que tiene contrato hasta 2026.

Inmersos ya en harina competitiva, Ane, sus compañeras y los directores deben terminar de perfilar ahora las agendas de competición para el curso que arranca. Ahí sí que se notan los cambios respecto al lujo del World Tour. “En el Jayco sabíamos de antemano las carreras en las que íbamos a estar, así que me daban más de medio calendario en la concentración de octubre. En el Laboral Kutxa, mientras, dependemos mucho de las invitaciones... y las noticias que llegan son positivas. Participaremos en Flecha Valona y Lieja Bastoña Lieja. A ver si podemos entrar en Giro o Tour”, explica Santesteban, con la Itzulia subrayada en rojo en su lista de objetivos. “Llegar bien a mayo es una de las grandes metas del año”. Después habrá otras más personales si cabe, como convertir los de París 2024 en sus terceros Juegos. “Está difícil. España solo tiene dos plazas. Pero me gustaría participar y voy a darlo todo a la hora de intentarlo”.

SU PRÓXIMA CITA: EL DOMINGO, EN ALMERÍA

La clásica Costa de Almería celebra este domingo su tercera edición alejada del llano perfil de 2023. Esta vez el trazado parece más propicio para las escaladoras, con meta en el pueblo de Mojácar. El último kilómetro y medio, en constante subida, presenta una rampa media del 7%, con tramos más empinados que alcanzan ya el doble dígito. “Me habría gustado un poco más de dureza previa, pero se nos presenta una buena oportunidad. El equipo ya demostró en Mallorca que nos encontramos en forma, con tres top tens de ciclistas distintas”, explica Santesteban. La salida se dará a las 10.00 horas y la llegada está prevista para las 13.30.