donostia. Meditada, muy meditada, pero necesaria. La decisión de dejar su puesto referencial al frente de Euskaltel-Euskadi no ha sido fácil de tomar para Igor González de Galdeano. Pese a todo, el gasteiztarra apunta que la determinación "estaba tomada desde hace tiempo".

Con su dimisión deja atrás seis años muy intensos. ¿Cómo considera la experiencia vivida en Euskaltel-Euskadi?

La experiencia ha sido muy positiva. Las sensaciones dentro del equipo para mí han sido inmejorables y esto me ha servido para formarme como gestor de un proyecto de una manera única.

Positiva y especial por todo lo que implica este equipo.

Por supuesto. Este es un proyecto único en el mundo. No hay nada igual y eso es lo que le hace diferente a los demás. Euskaltel-Euskadi tiene una masa social y unos componentes que no existen en el mundo.

¿Qué momentos y situaciones recordará con especial cariño?

Voy a recordar sobre todo la posibilidad que he tenido de conocer a gente importante. Haber podido trabajar con grandes personas que han estado y están detrás de este proyecto, como son las instituciones y Euskaltel. Pero sobre todo me quedo con Miguel, que es el que me ha dado la oportunidad. Él apostó por mí en su día y siempre me ha dado mucha confianza. A él es al que le tengo que agradecer lo que he podido llegar a ser en este equipo.

Una relación, la suya con Miguel Madariaga, que viene desde hace tiempo.

Sí. La relación viene de cuando yo estuve en el Euskadi de ciclista. Era una relación de corredor a director, más distante que la de ahora. Cuando salí del Euskadi lo hice con buena relación con él y eso es lo que me dio la oportunidad de volver cuando dejé la bicicleta.

Muchos años juntos trabajando día a día de manera conjunta. ¿Cómo ha sido ese trato diario con Madariaga?

Hemos trabajado día tras día codo con codo. Miguel es una persona de mucho carácter y creo que con mi personalidad y su forma de ser hemos llevado hacia arriba este proyecto durante seis años. Además, creo que hemos casado bastante bien. La verdad es que a Miguel tengo mucho que agradecerle y nuestra relación va a ser para siempre.

¿Su decisión de dimitir como mánager general deportivo se debe a un desgaste en su relación con Madariaga?

No, para nada. Quiero dejar claro que ha sido una decisión personal. Es un diseño único, que tiene connotaciones que no tiene ningún proyecto. Yo me metí en él con mucha ilusión porque para este proyecto hace falta eso. Además de creer en él hay que tener un pensamiento de proyecto de país. Así lo veo yo y así lo he sentido. Esas connotaciones, no solo familiares de estar fuera de casa durante mucho tiempo, sino la presión social y la implicación que requieren han acabado por agotarme. He estado metido de tal manera, tan implicado, que me ha superado.

Pero las malas lenguas han incidido sobre ello.

Los que tienen que saber lo que hay ya lo saben. Focalizar en Miguel es un error. Él siempre me ha ayudado al 100% y tenemos una gran relación. Miguel es de una pasta especial, ha sabido soportar la presión y todo lo que haya sido necesario para llevar esto adelante.

Entonces, ¿qué es lo que le ha llevado a tomar su determinación?

El agotamiento. Llegué a un punto a principios de año en el que hablé con gente importante en este proyecto para comunicarles que habría que buscar un sucesor o algo que le diera más solidez al conjunto y que me permitiera tomar un poco más de aire. Ha ido pasando el tiempo y ha llegado un punto en el que no tengo más recorrido.

Sus peticiones fueron claras, se dio cuenta de que hacían falta más ayudas.

Yo dije que el proyecto estaba creciendo, que el ciclismo es cada vez más exigente y que siempre teníamos el mismo presupuesto. Necesitábamos que hubiese más apoyo y más solidez. La situación de crisis parece que lo ha impedido y, aunque siempre ha habido buenas palabras, no se ha materializado esa apuesta.

Demandas que no fueron escuchadas.

Por la crisis es difícil encontrar esas ayudas. Además, por el cambio político en Euskadi puedo entenderlo. No quiero focalizar en nadie, sobre todo quiero dar las gracias. Euskaltel es una empresa que ha impulsado este proyecto y gracias a ella estamos donde estamos. Las instituciones también, pero la situación actual de crisis mundial y el cambio político en Euskadi hace que dar un paso adelante sea más difícil.

¿Qué le espera al equipo en el futuro sin usted?

Van a continuar con el proyecto, con la misma línea y, además, no voy a dejarles a un lado. Se va a apostar por gente de la casa y creo que es acertado y una buena noticia. Desde fuera, una vez que he tomado la decisión, me gustaría que intentasen dar ese paso adelante por un proyecto que funciona, que se ha demostrado que funciona y que es el único proyecto internacional y mundial que tiene Euskadi.

Gorka Gerrikagoitia e Iñaki Isasi tendrán un papel importante.

Gorka no lo va a tener fácil, aunque está preparado para asumir el rol dentro del área deportiva, lleva tiempo preparándose y aunque la labor no es fácil, lo hará bien. Iñaki, por su parte, deberá aprender lo más rápido posible, pero su experiencia en el equipo le ayudará.