donostia. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) anunció ayer la apertura de una investigación independiente para aclarar la difusión el viernes de una lista elaborada por la Unión Ciclista Internacional (UCI) con los ciclistas sospechosos de dopaje. El objetivo es identificar la fuente de la filtración del documento interno de trabajo de la UCI que fue publicado por el diario L'Équipe.

David Howman, director general de la AMA, informó al Comité Ejecutivo y al Comité de la Fundación de dicha organización, en una reunión en Montreal (Canadá), del apoyo a la UCI, que también investigará por su cuenta para tratar de descubrir el origen de la filtración.

Según la información revelada por L'Équipe, de la que se hizo eco toda la prensa mundial, la UCI atribuyó a cada ciclista una nota de cero a diez en función de las sospechas de dopaje que pesaban sobre los 198 participantes en el último Tour de Francia, a partir de los datos registrados por el pasaporte biológico. El ente que preside Pat McQuaid precisó que "ser sospechoso no equivale a ser culpable", aunque en el ciclismo estos dos adjetivos van de la mano.

Por otro lado, la Asociación Internacional de Grupos de Ciclismo Profesional (AIGCP) se unió ayer a su homóloga de los ciclistas (CPA) para tachar de "extremadamente perjudicial" la difusión de la lista.

Uno de los peor parados es Carlos Barredo, cuyos representantes estudian "la posibilidad de emprender acciones legales contra la UCI" por elaborar una lista "basada únicamente en criterios personales" a la que "ni los corredores ni los equipos tienen acceso" y, por tanto, "carecen del derecho de defenderse, explicar o clarificar dato alguno".