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El adoquín cede el paso a las Ardenas

Gilbert reivindica su condición de clasicómano en las clásicas que tienen entre sus favoritos a los hombres-Tour

ÓSCAR Freire -para Andy Schleck el máximo candidato a vencer mañana en la Amstel Gold Race: "Me impresionó en la Vuelta al País Vasco: subía muy bien, está muy fino", ha advertido el luxemburgués- nunca le ha tenido especial simpatía al Tour de Francia, especialmente cuando en su equipo lo obligaban a arribar a París, porque, consideraba, después le costaba dar la vuelta al cuerpo para preparar el Mundial. Este año no sucederá lo mismo, porque el cántabro no acudirá a la ronda gala, donde Rabobank se volcará con Robert Gesink en pos de un podio que Holanda no logra desde la tercera plaza en 1990 de Erik Breukink, hoy director de Freire. Para el tricampeón mundial, la Grande Boucle "es la carera más aburrida del año. En las etapas en llano hay una escapada y a continuación un sprint. Y en las de montaña, siempre se ve delante a los mismos ciclistas. La verdadera carrera es la Vuelta a Flandes".

Posiblemente, el genio de Torrelavega tenga razón y el Tour de Francia sea un somnífero ideal para la siestas de julio, pero gran parte de sus protagonistas auguran (de nuevo) un vibrante espectáculo en la trilogía de las Ardenas, que arranca mañana con la Amstel Gold Race. A la clásica de la cerveza -en la que Rabobank no es profeta desde los éxitos de Michael Boogerd en 1999 y Erik Dekker en 2001-, le seguirán, ya en Bélgica, la Flecha Valona (el día 20) y la Lieja-Bastoña-Lieja (24).

Ciclistas más ligeros Tras el protagonismo del adoquín, los muros y las subidas más o menos largas dan paso a otro tipo de corredor, más ligeros, más escaladores y menos reventabielas. Salvo que estos últimos se llamen Fabian Cancellara o Philippe Gilbert, que son de los escasísimos corredores del pelotón con opciones de brillar en ambos tipos de carreras. De hecho, el helvético aún no lo ha podido demostrar en su anhelo de conquistar los cinco monumentos, algo que solo lograron los belgas Eddy Merckx, Roger De Vlaeminck y Rik Van Looy. Al suizo aún le faltan el Giro de Lombardía y la Lieja.

La empresa es ambiciosa y, desde luego, no llegará este año, pues Cancellara disputará la Amstel Gold Race y no las dos carreras valonas, en las que la responsabilidad en el Leopard-Trek recaerá en Frank y Andy Schleck, que, salvo su conocida falta de velocidad, se ajustan a ese perfil de ciclistas capaces de dominar estas clásicas y destacar en una vuelta de tres semanas, como Samuel Sánchez, Danilo Di Luca, Joaquim Rodríguez, Damiano Cunego, Alexandre Vinokourov, Robert Gesink, Luis León Sánchez, Ryder Hesjedal, Cristian Vandevelde, Peter Velits, Nicolas Roche, Jurgen Van den Broeck, Ivan Basso, Vincenzo Nibali o Igor Antón, que hará Flecha y Lieja, en las que ya estuvo en el top 10 el año pasado. Eso sí, de estar entre los diez primeros a pelear por el triunfo en una gran clásica hay un salto que muchos ciclistas no son capaces de dar en toda su vida.

Por contra, son baja Alberto Contador, que está centrado en el Giro de Italia pero podría correr la Flecha Valona, en la que en 2010 fue tercero tras Cadel Evans y Purito; el propio australiano, con molestias en una rodilla a raíz de una caída; y Denis Menchov -su Geox-TMC no fue invitado a las Ardenas- y Roman Kreuziger, que piensan en la corsa rosa.

Además de Cancellara y, sobre todo, Gilbert, entre los clasicómanos destacan Alexandr Kolobnev y Bjorn Leukemans, junto a hombres como Sylvain Chavanel, Nick Nuyens, Sergei Ivanov, Giovanni Visconti, Stijn Devolder, el joven Peter Sagan -que algún día podrá con las grandes vueltas- o el propio Freire, que ya fue quinto en el muro de Huy y octavo en el Cauberg, aunque de ahí a ganar...

No todos los citados disputarán las tres carreras, que requieren características similares aunque sus perfiles difieran entre sí: la Amstel se distingue por su laberíntico trazado con 31 muros; la Flecha, por sus tres subidas a Huy y un kilometraje más asequible que sus hermanas; y la Lieja, por presentar unos puertos que descartan a muchos de esos corredores que sí son capaces de superar los bergs holandeses, en los que Gilbert y Gesink serán mañana los principales favoritos.