Síguenos en redes sociales:

"Hace once años nadie me conocía; ahora sí, por eso es más difícil ganar"

La Vuelta, como dijo Samuel Sánchez, ha dejado etapas como las del Tour, por sus trazados y su cartel, de lujo. El ovetense era "el temor" de Andreas Klöden (22-VI-1975, Mittweida, Alemania), pero el del RadioShack ha sido el mejor para reeditar su título once años después

"Hace once años nadie me conocía; ahora sí, por eso es más difícil ganar"

zalla. Corría el año 2000, primavera en Euskadi. Mes de abril, cuando abril era de aguas mil. Andreas Klöden hacía estallar la banca en las apuestas de la Vuelta al País Vasco. "No me veía ganador". En su lánguido cuerpo se intuía un corredor todoterreno, un tipo amoldable por su edad, un sucesor de Jan Ullrich, la bestia, porque escalaba como alpinista, porque combatía contra el crono como el presente y, evidentemente, por ser germano. Pero el completo joven, plural sobre dos ruedas, chico obediente, incluso condenado, a juzgar por su trayectoria, se enmarcaba en la sombra, en el rebufo, aunque irónicamente siempre ha sido quien abre camino cuando pica hacia el cielo. Una locomotora. "Mi principal objetivo sigue siendo prestar ayuda a Ullrich". Una declaración que nunca le abandonaría, porque después del magnífico Der Kaiser fueron pasando Armstrong, Vinokourov, Contador... Todos los totems del ciclismo moderno. Y él, de escudero.

Tocado el año 2011, jubilados la mayoría de los anteriores, escociendo a la solana en pleno abril, ha dado un paso al frente -atrás en ciclismo, a las espaldas del gregario-. Once años después, desabrochado, en el mismo escenario, ha vuelto a ser el mejor.

El recorrido de la contrarreloj, donde se ha decidido la Vuelta al País Vasco, le venía bien.

Primero quiero dar las gracias todo el equipo porque ha hecho un trabajo excepcional. Una muy buena gestión, hemos estado fuertes y organizados. Para la crono sabía que me venían muy bien las dos subidas. Era perfecta para mí. Jose (Azevedo) me iba indicando los tiempos intermedios y he podido fiarme de Tony Martin. En la segunda subida solo llevaba 6 segundos de retraso con respecto a Tony y con eso ya estaba muy contento. En la bajada no he asumido riesgos porque era muy rápida y con viento de costado. No he sido tan fuerte como Tony pero estoy muy contento conmigo mismo.

El calor no le ha hecho mella.

Toda la semana ha hecho mucho calor. Para el País Vasco pienso que no es normal. Recuerdo hace cinco años, que vi nevar sobre mis brazos. Además, hace unos días estaba entrenando en casa con quince o dieciséis grados. Ha sido un cambio demasiado brusco, aunque la verdad, prefiero este calor, sobre todo para una crono corta como la de ayer. También me he visto favorecido por la carretera, que era buena y sin peligros. Por ello quiero dar las gracias y la enhorabuena a la organización.

¿Lo ha pasado mal en algún momento de la Vuelta? Daba la sensación de que no.

El primer día era normal, no hacía calor, pero el segundo pasó a hacer mucho. Subieron las temperaturas y a partir de ahí se me empezó a hacer más dura la carrera. Pero mi baza ha sido que todos los demás han sufrido ese mismo calor. Al final, me he ido acostumbrando y para la crono ha hecho una buena temperatura, además, eran solo 24 kilómetros, así que muy bien.

¿Le ha resultado más complicado ganar ahora o hace once años?

Hace once años no fue fácil, pero nadie me conocía, no era una cara conocida en el pelotón. Me acuerdo que, entonces, Jalabert hizo un gran trabajo y no era el mismo contexto. Este año me ha resultado más difícil, porque todo el mundo me conocía y, además, venía de hacer un buen papel en la París-Niza y en el Criterium Internacional, por lo que sabían de mi estado de forma.

¿Acudía con algún temor?

Para la Vuelta temía los ataques de Samuel Sánchez, que es un fantástico corredor y le venían bien las subidas. He intentado aguantar toda la semana, porque sabía que tenía buenas piernas, a pesar de me van mejor las subidas largas y regulares.

Ha corrido con Armstrong, Contador, Ullrich, Vinokourov? ¿Quién es el que más le ha impresionado?

He corrido con muchos buenos corredores y les tengo respeto a todos ellos, pero siento admiración y respeto por todo el pelotón. Intento pasar desapercibido, no llamar la atención. He trabajado con esos y con muchos más corredores, pero a nivel personal estoy contento, porque con mis 35 años, si eres un buen chico, te cuidas y entrenas bien, puedes ganar carreras como estas. Y mira a Horner, que ha demostrado que por qué no correr con 40.

¿No lamenta haber buscado a lo largo de su trayectoria deportiva algún equipo en el que trabajaran para usted y poder así buscar ganar más carreras?

En el 2000 también gané la París-Niza, comencé la temporada muy pronto y entrenando muy fuerte. Después, en el Tour de Francia no me fue bien. Cuando entrenas demasiado y fuerte al principio, a mitad de temporada llegas demasiado cansado. Hace dos años estaba muy motivado para el Tour de Francia e hice sexto. Pero tal vez entrené mucho y rápido en invierno, y me quemé demasiado. Este, sin embargo, he entrenado bien, pero no mucho. Ahora intentaré tener tres semanas de corte para recuperar y estar en condiciones para el Tour de Francia.

Está siendo una gran temporada para usted. ¿Sin Armstrong goza de más libertad?

Pienso que no es cuestión de que esté Lance. Siempre estoy motivado e intento hacerlo lo mejor que puedo. En Murcia y antes de llegar aquí estuve enfermo y no estaba al 100%, y para carreras como las del País Vasco hay que estar muy bien, porque hay corredores muy buenos que también las preparan. En ocasiones, a pesar de que hagas las cosas bien, hay otros factores que entran en cuenta.

Está en plena forma. ¿Las clásicas también serán su objetivo?

Hace diez años sí, aunque este año no es un objetivo. Lieja está cerca, pero se me hace muy larga en cuanto a kilómetros, es muy difícil. Ahora me tomaré diez días de descanso y luego viajaré con el equipo al Giro del Trentino, para más adelante descansar. Aún no sé si iré a California.