zalla. Andaba Beñat Intxausti colgado de la incertidumbre, pendido de la expectación antes de arrancar la Vuelta al País Vasco. Sujeto, como una percha, a las dudas. Llegaba el zornotzarra apurando, justo, el chance que le había dado la caprichosa enfermedad, que no sabe de fechas ni calendarios. Hace semanas, antes de la París-Niza, una gripe le ató a la cama y le privó de estar en la clásica. Así, aunque las energías viajan dentro de uno, no sabía qué nivel tenían. Y esta semana se ha medido. Eso sí, aún arrastrando. Pero eso es precisamente la buena noticia, que podía haber sido incluso mejor. Pero Intxausti, tipo ambicioso, quedó haciendo funambulismo entre la felicidad y la decepción, a pesar de ser el primer vasco de la clasificación. "Estoy contento con el resultado, aunque la pena es que nos hemos quedado muy cerca del podio, a unos segundos solamente. Un poco agridulce quedar cuarto. No hemos repetido el podio de 2010, pero el balance es positivo", valoró, enumerando las razones por las que debía de estar contento: "Una victoria de etapa, hemos ganado por equipos, hemos estado peleando todos los días?". En definitiva, "hemos dado la cara. Hemos funcionado muy bien. No lo hemos redondeado con el podio, pero estamos muy contentos todos".
"Con Klöden y Horner ya contábamos, porque eran los favoritos, pero nos ha sorprendido Gesink, al que en la subida parecía que habíamos descartado", relató el de Amorebieta, quien no tuvo "muy buenas sensaciones". "Me costaba coger el ritmo, salíamos con un poco de viento? Era un recorrido duro y difícil para coger el ritmo", repasó sobre la crono, faceta individual en el equipo, el Movistar, que fue el mejor de todos, "un funcionamiento perfecto en el que cada uno tiene su terreno". "Hemos metido a cuatro entre los diez primeros y eso significa el nivel del equipo", valoró. La ausencia de Valverde ha abierto las alternativas, la confianza en el resto, el poder del grupo. "Hemos aprovechado nuestras oportunidades. No teníamos un líder, pero hemos jugado nuestras cartas y ha salido bien", concluyó.
Algo en lo que coincide su compañero de filas David López, otro hacha en la Vuelta, otro con desparpajo, desatado. "Sin Alejandro damos menos la cara y llegamos al final del día más frescos. El nivel medio del equipo es muy alto y sin un líder para el que trabajar y pudiendo correr más escondidos, pues al final llegamos con más ventaja. La gente cuenta menos con nosotros y podemos jugar con el factor sorpresa".
"Estoy contento porque he estado todos los días delante, me he mostrado bastante regular. Para la crono era donde más dudas tenía, pero creo que he estado más o menos en mi sitio. Para la forma que tengo y el recorrido que era, estoy contento", apostilló el de Movistar.
samuel, satisfecho El ovetense de Euskaltel-Euskadi tildó de "muy positivo" el balance. "Hemos ganado la etapa reina y hemos luchado por la victoria hasta el último momento. El año pasado no se pudo dar esta situación y en esta edición hemos estado en la terna de aspirantes hasta la crono final", evaluó, con evidentes lamentaciones: "Con los registros de 2009 hubiese estado en el podio, pero las cosas no siempre salen como a uno le gustaría. Me hubiese encantado subir al podio, pero nos hemos bajado en el último momento".