Donostia. Tras casi dos décadas de sonrisas y lágrimas en el tartán, Leire Olaberria ha debido esperar a superar los 30 años para cosechar sus grandes éxitos: bronce en Pekín 2008 y el título de Europa conquistado el domingo en Pruszkow. Pero Leire no pierde un minuto en comprobar su DNI: 33 años. "Empecé tarde", argumenta, escarmentada en el atletismo, donde se formó un bagaje de "experiencias, algunas difíciles, que ahora me sirven para superar los momentos de tensión" y curtirse en los velódromos. En el anillo polaco, fue la única treintañera entre las diez primeras clasificadas. A la siguiente más veterana, la saca seis años: "No había hecho esa lectura. En el velódromo, noté que me tenían cierto respeto, pero no pensé que sería por la edad", bromea. A su lado, vio "corredoras más jóvenes, de potencias muy fuertes, con grandes presupuestos. Yo, quizá, no tengo tantos medios, pero lo suplo con las ganas y la ilusión por seguir trabajando".
Los dígitos del cronómetro avalan su progresión: "En la persecución, batí mi marca. Estoy en mi mejor momento", y confía en que "dentro de dos años (en Londres 2012) sea mejor ciclista". Lo cual no significa que "el resultado vaya a ser el mismo", aunque "trabajaré para ello".
El primer paso es lograr los puntos UCI que aseguren su participación olímpica. El título europeo "es un excelente punto de partida" para garantizar su plaza en una disciplina, el omnium, que se estrenará en unos Juegos Olímpicos y en la que se siente "súper a gusto". De momento, le ha reportado su "primer triunfo internacional", porque "hasta ahora había sumados segundos, terceros, cuartos y quintos puestos" en carreras de la Copa del Mundo y campeonatos europeos y mundiales.
En el omnium, Leire ha encontrado la horma que mejor se ajusta a sus características. "En las tres carreras contrarreloj -vuelta lanzada, 500 metros y persecución-, me siento cómoda, estoy a muy buen nivel y aún puedo mejorar un poco más".
En las otras tres pruebas que se escapan a la dictadura del reloj -eliminación, puntuación y scratch-, "espero en estos dos años coger tablas para tener los recursos suficientes" en futuras citas, en especial la de Londres. Para ello, esta temporada se curtirá, sobre todo, en las cuatro pruebas de Copa del Mundo y el Mundial del próximo mes de marzo, que será su "principal objetivo del año", y en el que su forma debería exprimirse un punto más.
Tras completar una exitosa etapa en el Cespa-Euskadi, la de Ikaztegieta estrena esta temporada el maillot del Fullgas Nutrition, "un proyecto que ha ido paralelo a mi vida deportiva. Gracias al empeño de Javi (Azkue, su pareja), hemos logrado que una empresa pequeña suba a un podio europeo, algo que sabe especial, pero no olvido que sin la oportunidad que Cespa me dio en su día no estaría hoy aquí", incrustada en la elite europea... y mundial.