ROMA. El italiano Ivan Basso (Liquigas) es el nuevo líder del Giro deItalia tras la disputa de la decimonovena etapa entre Brescia y Aprica,de 195 kilómetros, en la que se impuso su compatriota Michele Scarponi,ciclistas que junto a Vincenzo Nibali llegaron destacados con unaventaja de 3.04 minutos sobre el grupo del español David Arroyo, que sedejó la maglia rosa en la etapa del Mortirolo.
Scarponi, de 30 años, entró en meta junto a Basso y Nibali, despuésde un golpe de mano en las rampas del Mortirolo, a 45 kilómetros demeta, en el que soltaron a todos los favoritos, que entraron en metacon un retraso de 3.04 minutos.
Arroyo, que se descolgó en el Mortirolo y recuperó en la bajada, nopudo defender los 2.27 minutos que guardaba respecto a Basso. Su luchaen solitario, sin colaboración de los otros aspirantes al podio, nofueron suficientes para neutralizar el poder de Basso y de su equipo,el Liquigas, que preparó la emboscada en el mítico puerto del ciclismoitaliano.
Basso, ganador del Giro 2006 y conquistador de la etapa del Zoncolanen la presente edición, volvió a demostrar que es el auténtico favoritonúmero uno. No falló en la primera de las grandes finales del fin desemana y, en espera de la jornada del sábado con el Gavia, hilvanó susegundo Giro, el primero después de su sanción de dos años por suimplicación en la Operación Puerto.
En la general, Basso alejó a Arroyo a 51 segundos y a 2.30 a sucompañero y "delfín" Nibali. Michele Scarponi es cuarto a 2.46 y CadelEvans quinto a 4 minutos. Carlos Sastre se alejó del podio, sexto a5.32.
Los 12 kilómetros del Mortirolo, un puerto que no da tregua yasfixia a los más débiles, fue el escenario de la carnicería de laetapa. Lo iniciaron seis hombre destacados en cabeza: Garzelli, quevenía de atrás, Failli, Samoilau, Bakelants, Duque y Rodríguez, peroGarzelli no quiso compañía y se hizo el ascenso en solitario, a unritmo trepidante, como el que le dio la victoria en la cronoescalada dePlan de Corones.
La batalla enseguida se desencadenó en el grupo del favorito. ElLiquigas se encargó del destrozo progresivo. Puso a marcar ritmo dedesgaste a la "máquina" polaca Sylverter Szmyd y enseguida se soltó ellíder David Arroyo, que se soldó a la rueda de su compañero colombianoRigoberto Uran, que le marcaba el paso. Carlos Sastre tampoco aguantólas primeras escaramuzas.
Cuando Szmyd acabó su trabajo, la etapa ya era gestión directa deBasso y Nibali, sólo acompañados por Michele Scarponi, el trío de losmás fuertes en el coloso italiano, donde Indurain y Olano se dejaronlas ilusiones cuando tenían la maglia rosa al alcance en los años 90.
El tridente italiano también quemó a Evans y Vinokourov, que seunieron a Sastre en la persecución, en un auténtico calvario por unanublosa pared con porcentajes de hasta el 18 por ciento de desnivel.
Tras fulminar a Stefano Garzelli, el grupo de Basso cruzó la cimadel Mortirolo en clara ventaja: 55 segundos sobre Vinokurov, 1.42respecto a Evans y 1.56 de renta con David Arroyo.
El descenso resucitó a Arroyo. El talaverano se lanzó a tumbaabierta en defensa de la maglia rosa. En un mar de curvas, rebasó aEvans y Sastre y se unió a Vinokurov, un reconocido especialista enbajadas. El líder del Caisse D'Epargne recortó un minuto al grupo deBasso, Nibali y Scarponi. Le sobró miedo al líder del Liquigas y a susacompañantes en una bajada muy técnica donde un error es sinónimo dehospital.
Con Arroyo de nuevo en la pomada, faltaba el ascenso final a Aprica,15 kilómetros apuntando de nuevo al cielo después del primer paso porla cima del mismo puerto, el Trivigno y el Mortirolo. El toledano y elkazako no iniciaron solos el asalto final, ya que se unieron Sastre,Evans y Gadret, el incansable francés del Ag2r.
Un nuevo y definitivo capitulo con las fuerzas mermadas, tanto en eltrío de cabeza, que se entregó en el Mortirolo, como en el perseguidor,donde Arroyo apenas recibía relevos y se desquiciaba sin ningún tipo decolaboración. Menos de un minuto de retraso en el grupo del líder, a 9kilómetros de meta
Pero las diferencias se volvieron a disparar. Delante Basso,Scarponi y Nibali sacaron fuerza de la unión, y diferencias, pues atres kilómetros de la cima el varesino era virtual maglia rosa con unaventaja de 2.40 minutos. En la persecución, Arroyo no encontró forma deque le tendieran una mano amiga. Tan resignado como entregado, elespañol se dedicó a subir a ritmo mientras le caía encima el reloj. Vioimpotente cómo el liderato pasaba a ser un bonito recuerdo.
Basso quería la jefatura de la general y su equipo peleó por ellotoda la jornada. Un día de desgaste en el que el Liquigas encontrópetróleo. El varesino buscó el rosa y lo encontró. La jornada delMortirolo hundió a Indurain, a Olano ....y a David Arroyo, quien ahoraanhela un escalón del podio.
Mañana, la vigésima y definitiva etapa entre Bormio y Passo Tonale,de 178 kilómetros, con cuatro puertos: el Forgola di Livigno, Eira,Foscagno y el Gavia, si la nieve lo permite.