Un año más "celebramos" el 1 de octubre como el Día Internacional de las Personas Mayores (me gusta más "jóvenes de ayer"). Lo de celebrar no deja de ser más que un eufemismo porque, por desgracia, a las personas mayores, lo más que nos deja celebrar esta sociedad es el cumplir años, y hasta esto parece que molesta. Raro es el día que no sale en los medios el "dineral" que costamos los "jóvenes de ayer" y que las pensiones son altísimas, que si este año el aumento de estas pensiones serán de 12.000 millones en Euskadi, y de que dentro de muy poco las pensiones serán insostenibles (parece que los gastos militares, la corona y la Iglesia, junto con la evasión de capital a los paraísos fiscales, sí son sostenibles). Lo que los medios no dicen y si lo dicen es con la boca pequeña, es que el 42% de los/las mayores se consideran pobres al cobrar por debajo del umbral de la pobreza (846,95 euros) 4,16 millones de pensionistas, sobre un total de 9,73. Hasta el 56% sumando 1,32 millones más, cobran por debajo de los 1.080 euros y del salario mínimo, y esto después de estar toda una vida contribuyendo para la mejora de este país. Lo de celebrar este día tampoco lo podemos hacer por el nivel de atención médica que "padecemos", porque si ya la asistencia primaria es un desastre, con unas listas de espera interminables para toda la población, para las personas mayores esto es una sensación de que esperan nuestra muerte para ahorrar consultas. Y sobre el cuidado específico para los mayores, ya son de por sí patéticos con unas "residencias" que siguen los mismos planteamientos del siglo XIX. Sólo tenemos que ver lo que pasó con la pasada pandemia (todavía nadie ha pagado por dejar morir a miles de ancianos en esas mal llamadas residencias). Si necesitas cuidados dentales (que es lo normal a nuestra edad) tendrás que buscarte la vida y gastar lo que no tienes o dedicarte a comer papillas. Lo del oftalmólogo es más de lo mismo: para cuando te "ayudan" para conseguir una gafas, es probable que ya no las necesites. Si tienes problemas de audición, es más económico acudir a una academia y aprender el lenguaje de signos. Si lo que necesitas es que alguien te acompañe a salir a la calle, para que no te pases el día encerrado/a en tu casa y no tienes capacidad económica, ya puedes considerarte un preso porque estás en una cárcel, y más si vives en una casa antigua sin ascensor. Todo esto también es sanidad y los y las mayores somos los que por desgracia más lo necesitamos. Vivimos en una sociedad que es individualista y cuyas prioridades son la "juventud" (ignoran que eso se cura con los años). Una sociedad en la que parece más importante el cuidado de mascotas que el cuidado y la atención a los mayores. Una sociedad en la que los mayores somos unos incordios y una molestia que se soportan porque no queda más remedio. Pensionistas, jubilados, cuando éramos jóvenes tuvimos que luchar para conseguir mejoras en nuestras vidas, y hoy tenemos que seguir haciendo lo mismo. Por ello, compañeros, sigamos en la lucha. Porque lo público se defiende. Jóvenes de ayer, aurrera!

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