Recuerdo que, hace bastantes años, aquel dibujante y humorista gráfico Quino, argentino para más señas y creador de la tira cómica Mafalda, escribió: “Educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar usted precisa saber, pero para educar se precisa ser”.

Creo que la labor de nuestros docentes, de la cantidad de profesores y profesoras que tenemos en nuestro sistema educativo vasco, es ejemplar.

Enseñar y educar son dos verbos claves para cualquier maestro y profesora. No hay nada más educativo que el buen ejemplo, ni más des-educativo que el mal ejemplo.

Quisiera poner en valor todo ese trabajo callado y entregado de los profesionales del mundo educativo.

Sin ejemplo, sin testimonio, la educación no se da, y sin cariño, la educación no penetra. Los centros escolares están calentando motores.

Esta misma semana ha dado comienzo el curso escolar en Euskadi.

Voy recordando tiempos pasados de mi vida docente. Son breves líneas para ensalzar el trabajo arduo y callado de muchos maestros y maestras en el mundo de la enseñanza.

Todo cuanto invirtamos en familia y escuela tiene futuro: aquí radica el futuro de la sociedad, es decir, educar en valores éticos y científicos.