Me llamo Ata. Soy socio del Gipuzkoa Basket Club desde el 2006. 13 años. 13 años de apoyar, animar, gritar, sufrir, ir al 95% de los partidos, desplazarme a ver a mi equipo a Bilbao, Gasteiz, Zaragoza, Madrid? Pero se acabó. No entiendo el respaldo que esta temporada ha tenido un “técnico” al que los valores guipuzcoanos le suenan a chino. No entiendo que, tras un año exitoso contando hasta con seis jugadores de la cantera, se prescinda del entrenador (Porfi) que, por cierto, tampoco es santo de mi veneración, y ya no valga ninguno.
No entiendo que la presidenta del club (Nekane Arzallus) manifieste que Sergio Valdeolmillos es un gran técnico y que tiene todo el apoyo de la directiva, cuando el enfrentamiento con la afición era patente. Por cierto, una afición que jamás había llegado a ese extremo. No entiendo que Xabi Oroz y Gaizka Maiza no tengan sitio en el equipo. No entiendo que el nuevo presidente, Nacho Núñez, tras declarar que su prioridad es hacer un equipo que se sienta guipuzcoano, ofrezca la renovación a Valdeolmillos. No entiendo que nadie conteste a ninguno de los más de doce correos que he mandado al club esta temporada. No entiendo que Mikel Motos salga por la puerta de atrás. No entiendo que Julen Olaizola salga por la puerta de atrás. No entiendo que David Doblas salga por la puerta de atrás. No entiendo que Sergio García salga por la puerta de atrás. No entiendo que Bully Oyón salga por la puerta de atrás.
No entiendo que Gaizka Maza, en mi opinión el mayor valor de la cantera que ha tenido este club, se vaya a jugar a A Coruña. No entenderé (probablemente) que Xabi Oroz no tenga sitio en este equipo. No entiendo que Germán Cea siga apalancado en su poltrona de ordeno y mando. No entiendo nada. Se acabó. No contéis más conmigo.