Un derecho tan básico como es el poder disponer de una vivienda se ha convertido en una oportunidad para especular con ello, llegando a alcanzar cotas inimaginables. En esto participan instituciones, constructoras, cementeras, etc. Es una barbaridad que haya tantas casa vacías cuando hay tanta gente que no tiene dónde meterse y a otras muchas les están siendo embargadas por no poder hacer frente al tremendo gasto que supone la adquisición de una vivienda y en la mayoría de los casos será a costa de atarse al banco casi de por vida o lo mismo nacen las criaturas con una hipoteca bajo el brazo.
Creer que para tener una vivienda hay que comprarla, trae consigo en la mayoría de los casos un endeudamiento. Estas dinámicas son formas de esclavitud voluntaria, así como de control social. Entrar en ese juego ayuda a legitimar y perpetuar el sistema. Todo esto demuestra que el problema lo genera el sistema de dominación capitalista.
Este orden social se encarga de imposibilitar el surgimiento de iniciativas que pongan en discusión o se opongan a la manera de vivir y pensar que nos quiere imponer. Es por lo que optamos por okupar espacios para poder realizar las actividades que nos llenan ese vacío que sufrimos interiormente y utilizamos nuestros recursos para cubrir las necesidades básicas. Ahí están los gaztetxes y casas okupadas.
Somos consciente de que la okupacion no ofrece una solución definitiva, pero creemos que es una alternativa muy válida, con sus ventajas e inconvenientes. Es evidente que no hay que afrontar un gran gasto económico, aunque también es cierto que no se puede disponer de una seguridad o estabilidad, ya que la amenaza del desalojo siempre está ahí.
Queremos denunciar el peligro de desalojo que estamos algunas de las casas y gaztetxes de Gipuzkoa y la represión que estamos sufriendo por el endurecimiento de las leyes, etc. Esto nos ha llevado a organizarnos para darnos apoyo y seguir luchando.
No nos quedamos esperando a que ni las instituciones ni ningún otro grupo resuelva nuestros problemas. Decidimos y elegimos lo que vamos a tomar, porque estamos convencidos de que tenemos derecho a ello a pesar de no ser las propietarias. No creemos en la propiedad privada ya que es la que genera las desigualdades.
Okupamos porque las casas no son para crear o acumular riqueza.
Okupamos porque la vivienda digna es un derecho que ni se reivindica, ni se mendiga, se ejerce.
Casas okupadas y gaztetxes de Gipuzkoa en peligro de desalojo.