Hago mías las palabras de la carta que dedica Paco Marín Guruceaga a Joseba Arregui y entiendo que ha sido demasiado indulgente con las actitudes de este señor.

Es necesario que la gente evolucione y mejore sus conceptos con información, conocimientos, etc. Demasiadas veces ha dicho Joseba Arregui que él no es una roca, que él está en movimiento, que evoluciona, que absorbe lo que el entorno le puede aportar y luego discrimina lo que no cree que es interesante. Y siempre tiene usted razón mon ami. Hace diez años dijo una cosa que ahora la evolución e inspiración me dice que es lo contrario, y se queda usted tan ancho.

Dice usted también que nos libre Dios de los tecnócratas ya que, según usted, nos llevarían al abismo por su desconocimiento de la realidad.

Y contacto humano. Le digo a usted, Joseba Arregui, que despacha un hedor muy rancio y, en mi opinión, lleno de envidia hacia sus antiguos colegas del PNV y, sobre todo, una fijación enfermiza sobre Ibarretxe.

Yo lo que le pido a Dios es que nos libre de demagogos y elementos de su pelo, ya que el día que terminemos de darnos cuenta de que no nos aportan nada y han pasado la vida chupando de la teta de la sociedad y no han creado nada ni han solucionado nada, a lo mejor les sacamos a boinazos.