Buenas y malas condiciones las hay en muchos trabajos, pero lo que suele trascender de lo que pasa en muchos empleos del sector de la hostelería no suele ser lo mejor. Jornadas interminables, descanso insuficiente, parte del salario en negro, sueldos por debajo de la legalidad…, son circunstancias desagradables que por supuesto no suceden en todas las empresas pero que por desgracia muestra continuamente el profesional de la hostelería Jesús Soriano en su popular cuenta de redes sociales Soy Camarero.
Queja por falta de reseñas
En uno de los últimos casos que ha compartido, el propietario o propietaria se está quejando a sus empleados de que no consiguen que los clientes pongan buenas reseñas en Google, algo fundamental hoy en día para subir la reputación de un restaurante y así animar a más personas a visitarlo.
“Hemos comprobado que no se está haciendo como se debería. Vamos, que prácticamente no he visto a nadie hacerlo”, dice el dueño, culpando a sus trabajadores. “Es algo que nos ayuda fácilmente a conseguir reseñas y subir la valoración. Con esto conseguimos que haya mayor tráfico de clientes y con el consiguiente aumento de ventas. Si ahora no conseguimos las ventas, a partir de noviembre entraremos en graves problemas para mantener todos los puestos”.
Amenaza a los empleados
Ante la escasez de reseñas, el empresario decide reclamárselas a sus empleados. “Por tanto, a partir de ahora exigiremos un mínimo de 2 reseñas diarias. 60 al mes. Tampoco creo que sea mucho pedir cuando tenemos de media 200 clientes diarios”. Y es entonces cuando lanza la amenaza. “Al final de mes si no llegamos, por cada reseña que falte se restará 10 euros de las propinas”.
Para terminar se justifica diciendo que, al igual que pedir a los clientes que escriban reseñas, tampoco les gustó en su día que una parte de su salario se basara en las propinas. “El sistema de propinas lo implantamos a pesar de que no queríais y os está funcionando muy bien. Estáis cogiendo un dinero extra muy importante. Así que por favor, hagamos un poco más de esfuerzo que es simplemente dejar una tarjeta en la mesa”, finaliza.
Indignación en las redes
“Lo de las reseñas está traspasando todos los límites posibles”, escribe Soriano en el post, que ha recibido cientos de comentarios. La mayoría de indignación. “Una empresa que usa las propinas como elemento de control te lo dice ya todo, todo, todo”, responde un usuario de X. “Qué manía con quitar las propinas, qué asco de gente. Además, las reseñas deben ser altruistamente, no imponerlo”, añade otro. “Lo de extorsionar a los empleados con las propinas es un nuevo nivel criminal”, sentencia otro tuitero.
Otros ven un error en la táctica del empresario. “De todas las formas posibles de hacer un plan estratégico on line, esta sin duda es la peor. Mal planteamiento, mala ejecución y terrible lo de presionar y poner en los hombros de los camareros esa responsabilidad...”, analiza un usuario de X. “Trabajo en reputación on line y me parece una barbaridad lo que dice… Dejar tarjetas en la mesa no te garantiza reseñas (ni buenas ni malas) y, en este caso, me parece una mala excusa para quedarse con las propinas”, explica otra.