Una de las ventajas de la jubilación es, si se está en condiciones físicas y se tiene algo ahorrado, la posibilidad de viajar y conocer nuevos lugares que la vida laboral no siempre permite. Lo que nadie se espera es que precisamente como consecuencia de tener una edad avanzada le impidan subirse a un avión.
Retenido en Eindhoven
Le ha pasado a Luis Carbó, un hombre de 89 años de Castellón, que voló con su familia entre Reus (Tarragona) y Eindhoven con Ryanair para disfrutar de unos días de ocio. Si bien no tuvo ningún problema en el viaje de ida, en la vuelta, con la misma compañía, no le permitieron subirse al avión que le debía llevar de regreso a Reus. Según explican él y su familia, la aerolínea irlandesa no aceptó como válido el DNI de Carbó cuando ya había pasado los controles previos y su equipaje ya estaba embarcado.
Se trata de un DNI permanente, el que se otorga en España a las personas cuando lo renuevan al cumplir los 70 años y que no tiene fecha de caducidad, con lo que hasta el fallecimiento de su titular no tiene que renovarse más. Carbó explicaba a La Vanguardia que por más que él, su familia y otros viajeros españoles que había en el mismo vuelo explicaron al personal de la aerolínea que se trataba de un DNI totalmente válido, que se convierte en permanente al cumplir una edad, no había forma de que le permitieran embarcar.
Es cierto que el DNI del anciano fue expedido en 2006 y que, al haber evolucionado desde entonces estos documentos, los actuales tienen una apariencia distinta, pero esto no resta ninguna validez al suyo. Un último intento de contactar con la responsable de Ryanair en el aeropuerto de Eindhoven tampoco sirvió para nada.
Hotel y nuevos billetes
Tras retener el avión durante bastante tiempo, lo que provocó que llegara a la ciudad tarraconense con retraso, se negó definitivamente el acceso al avión al hombre. Sí se permitió embarcar a sus familiares, aunque decidieron quedarse con él en el aeropuerto holandés. Como consecuencia de ello, sacaron las maletas de todos ellos del avión y debieron pagar una noche más de hotel y comprar nuevos billetes con otra compañía, lo que les supuso un sobrecoste de 1.560 euros que tuvieron que asumir ellos.
La nueva aerolínea no puso problema alguno a su DNI, aunque por si acaso el consulado español en Países Bajos había ofrecido a Carbó un salvoconducto para poder volar si se repetía el incidente. No hizo falta.
Ryanair se reafirma
Ahora él, que hasta ahora nunca había tenido ningún problema para viajar con ese DNI (y había volado a numerosos países) y su familia se encuentran en el desesperante proceso de las reclamaciones intentando que les paguen ese dinero de más que tuvieron que abonar por una noche más de hotel, y los nuevos billetes de avión, además de una compensación por las molestias causadas, aunque no albergan grandes esperanzas.
Por su parte, Ryanair se reafirma en que su forma de actuar fue la correcta en unas declaraciones efectuadas a La Vanguardia. Aseguran que las autoridades de inmigración denegaron el embarque a Carbó porque “no presentó una forma válida de identificación”. Mientras, el afectado y su familia desmienten esas palabras, afirmando que en ningún momento vieron a esas autoridades.