El que es cada año el evento más multitudinario de la Aste Nagusia donostiarra ha celebrado sus 60 años de vida. El Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de Donostia se ha convertido en la cita “más prestigiosa” del Estado para las casas pirotécnicas y es toda una carta de presentación a nivel internacional. Desde que la Pirotecnia Zaragozana se alzara con la Concha de Oro en 1964, sobre el cielo de la capital guipuzcoana se han dado cita las mejores empresas del sector, al tiempo que los espectáculos se han ido tecnologizando en favor de una mayor seguridad y comodidad.
Para celebrar esta efeméride, el concurso de este año ha reunido a seis casas pirotécnicas que han sido premiadas a lo largo de este tiempo en Donostia, como la mencionada Pirotecnia Zaragozana y la ganadora de las dos últimas ediciones, la Pirotecnia Valenciana. Además, para concluir la edición, se ha programado para este sábado un broche de oro con un espectáculo piromusical que rendirá homenaje a estas seis décadas de concursos.
“Siempre nos hemos sentido muy bien valorados”
“Siempre es un honor ir a Donostia. Para nosotros, además, es como jugar en casa”, reconoce Luis Brunchu, responsable de los espectáculos pirotécnicos de la Pirotecnia Zaragozana. Desde que en aquella primera edición esta casa aragonesa se hiciera con la Concha de Oro del concurso, su nombre ha sido uno de los que más se han repetido en la Aste Nagusia. “Tenemos recuerdos muy bonitos. Hace 60 años yo no había nacido, pero siempre tenemos presente ese primer premio”, reconoce.
Prueba de ello es que esa primera Concha de Oro tiene un lugar privilegiado en la vidriera de galardones que poseen en las oficinas de esta empresa, fundada, nada más y nada menos, que en 1860. “El público de Donostia es muy entendido y siempre nos hemos sentido muy bien valorados por ellos y por el Ayuntamiento. Se ha convertido en algo familiar para nosotros”, indica.
Durante estas seis décadas que han pasado desde su primera participación, el lanzamiento de fuegos artificiales “ha cambiado mucho”. “Antes había más creatividad y libertad y ahora se ha perdido porque hay más leyes y reglamentos. Aunque, por otro lado, hemos ganado mucho en seguridad”, agrega, asegurando que los lanzamientos de la Pirotecnia Zaragozana de hoy en día destacan por ser “dinámicos y variados”. “Tratamos de incorporar muchos efectos para que la gente esté involucrada y no coja el teléfono móvil”, señala Brunchu.
“Tenemos presente ese primer premio de hace 60 años. Tenemos recuerdos muy bonitos”
“Tenemos 16 minutos para tratar de enseñar lo máximo que podamos”, añade, asegurando que, como cada verano, se encuentran inmersos en una semanas de mucho trabajo. “Es lo que toca, así que ya intentaremos descargar tensiones una vez pase todo”, indica con una sonrisa.
Sobre la denuncia presentada para suspender el concurso por la ley de bienestar animal, Brunchu entiende, en parte, la preocupación, aunque, en su opinión, esta medida es excesiva. “Me parece que a veces nos pasamos de frenada. No conozco a ningún perro que haya muerto por quince minutos de descargas”, comenta, recordando la tradición y el cariño de los donostiarras por este concurso: “No he visto a más gente en la calle en Donostia que durante los fuegos”.
“Es el concurso más prestigioso y sabemos lo que exige el público”
Si en 1964 la Concha de Oro fue a parar a la Pirotecnica Zaragozana, las dos últimas ediciones han recaído en la Pirotecnica Valenciana, ganadora también de una Concha de Plata y una Concha de Oro. Todos estos galardones se encuentran en su emblemática sede en Llanera de Ranes. “Donostia es el concurso más prestigioso del Estado y le tenemos un enorme respeto. Hemos tenido la suerte de ir varias veces y sabemos lo que exige el público”, asegura Manuel Crespo.
“Tratamos de adaptarnos a todas las situaciones y vamos preparados para los imprevistos”
Para el encargado de los espectáculos de esta firma, en toda Euskadi “se viven mucho los fuegos artificiales”, como se demuestra en cada fiesta popular. Por ello, en cada visita, tratan de adaptar sus lanzamientos a los rasgos propios de cada ciudad. “La principal diferencia este año es que le hemos dado más ritmo y lo hemos digitalizado más de lo normal, con ritmos más exactos”, revela.
En el caso de Donostia, son conscientes de los peligros que acarrea cada año el clima estival de la ciudad en el concurso. “Tratamos de adaptarnos a todas las situaciones y vamos preparados para todos los imprevistos. Intentamos siempre hacerlo lo mejor posible y si tenemos que dejar de lado parte del espectáculo por mal tiempo, lo hacemos”, explica.
Dadas las medidas previsoras existentes, Crespo no entiende la denuncia presentada para la suspensión del concurso. “Entiendo que cada uno puede tener una opinión diferente, pero también me gustaría que entendieran que detrás de cada fiesta hay mucha gente que vive de ello. Estoy convencido de que también nos apoyan muchas personas”, indica.
Según dio a conocer esta misma semana el Ayuntamiento, 185 personas, de las que 90 son policías municipales y once bomberos y efectivos de Protección Civil, conforman el dispositivo de seguridad que se organiza cada noche en torno a los fuegos artificiales. El resto del personal implicado en el operativo que se despliega cada noche se reparte entre miembros de la Cruz Roja y la DYA.
“La tecnología, en los últimos años, lo ha cambiado todo. Existe una mayor seguridad y todo es mucho más cómodo para nosotros”, agrega, explicando que las posibilidades en esta industria se han multiplicado gracias a ella. “Se nos ha facilitado todo y menos mal, porque es una época de mucho caos, con mucho trabajo, y solo queda llevarlo con paciencia”, apunta.