Quienes viajan en coche saben de los gastos que eso supone. Principalmente en gasolina y a veces en parkings, siempre confiando en no sufrir una avería. Pero hay un coste añadido dependiendo de por qué carreteras se circule: los peajes.
Plan de liberalización
El actual Gobierno de España inició en 2018 un proceso para ir reduciendo las autopistas de peaje una vez que finalicen las concesiones privadas, como es el caso de la AP-2 de Zaragoza al Mediterráneo, varios tramos de la AP-7 entre Alicante, Valencia, Tarragona y Barcelona, la AP-4 entre Sevilla y Cádiz o la AP-1 entre Burgos y Armiñón (Álava).
Mientras se debate si se debe cobrar a los conductores por cada kilómetro recorrido en autovías y autopistas, como ha propuesto la patronal de empresas constructoras y concesionarias de infraestructuras, algo que por ahora rechazan tanto el Gobierno como el sector del transporte, el Ministerio de Transportes mantiene su calendario para seguir convirtiendo en gratuitas autopistas de pago. Su intención es que no haya desigualdades entre regiones en los costes para los conductores y por ello en breve se van a liberar otras autopistas.
Alicante y Bilbao-Zaragoza
La primera en hacerlo, según explica Autopista, será la AP-7 en su circunvalación de Alicante. Es cierto que desde hace ya un tiempo es temporalmente gratuita, ya que el Gobierno decidió bonificar los peajes al 100%, pero lo será oficialmente el 15 de febrero de 2026, tras ver cómo su gratuidad servía para descongestionar otras vías muy transitadas y para reducir las emisiones y el consumo.
Posteriormente le llegará el turno a la AP-68 entre Bilbao y Zaragoza, cuya concesión termina en noviembre de 2026, momento en el que se levantarán los peajes y se podrá llegar hasta el Mediterráneo por vías de alta capacidad pero sin tener que pagar.
Madrid, más tarde
Algo más tardará en liberalizarse la AP-6 y sus ramales AP-61 y AP-51, que conectan Madrid con el norte peninsular con un gran volumen circulatorio, aunque no llegará hasta 2029 si se cumplen los planes del Ministerio que dirige Óscar Puente.
El resto de autopistas de peaje no terminan sus concesiones hasta 2039 (R-2 entre Madrid y Guadalajara) y 2040 (AP-41 entre Madrid y Toledo; AP-46 entre el Alto de las Pedrizas y Málaga; y AP-7 entre Cartagena y Vera), con lo que habrá que esperar aún bastante tiempo para que levanten sus barreras, si un posible cambio de Gobierno no frustra esos planes. Eso sí, para entonces quizá se hayan incorporado otros métodos para financiar unas infraestructuras que son deficitarias.