En los últimos días se ha vuelto viral en las redes sociales un espectacular vídeo de un alud de nubes entre dos montañas de Nepal, aunque la grabación no es de ahora, sino que por lo menos tiene ya un año. Un impresionante fenómeno muy difícil de presenciar en directo y que fue captado junto al lago glaciar Kapuche.

En el vídeo se ve cómo las nubes avanzan rápidamente entre las paredes de ambas montañas hasta alcanzar el lago y provocar que se forme un bonito arcoíris sobre el agua que hace las delicias de los montañeros que se encontraban cerca, que sufren, eso sí, las consecuencias del fuerte viento que esa avalancha genera. Un fenómeno fortuito e inesperado que provocó la euforia entre las personas que lo presenciaron, que parece que no vieron peligro en la situación.

Porque realmente no se trata de un alud de nubes, que es algo que no existe, sino de nieve en polvo. Al descender a temperaturas muy por debajo de los cero grados centígrados, la nieve seca acumulada se mezcla con el aire y cae por la pendiente, dando la impresión de que lo que se precipita son nubes. Esa avalancha puede alcanzar una velocidad de hasta 300 kilómetros por hora, lo que, dependiendo de la cantidad de nieve que arrastre, puede suponer un peligro de muerte para quien se encuentre en su camino.