La caída del pelo es una de las preocupaciones más comunes tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, no todo lo que implica encontrar cabellos en la almohada o en la ducha significa que estemos ante una alopecia.
Es fundamental aprender a diferenciar entre una caída puntual y una pérdida de densidad capilar real para actuar de forma adecuada y no entrar en pánico innecesariamente.
¿Caída o pérdida? La diferencia es clave
El pelo, al igual que la piel o las uñas, se encuentra en un constante proceso de renovación. Es completamente normal perder entre 50 y 100 cabellos al día. Esta caída forma parte del ciclo natural del cabello, que consta de fases de crecimiento, reposo y caída. Sin embargo, cuando este recambio se acelera, podemos notar que se nos cae más pelo de lo habitual. A esto se le conoce como efluvio telógeno.
El efluvio no es una enfermedad, sino una alteración pasajera del ciclo capilar. Aunque puede resultar alarmante ver tantos pelos caer, no hay pérdida definitiva: el folículo sigue activo y generará un nuevo cabello en poco tiempo.
Según explica el dermatólogo Alex Docampo en un vídeo compartido en TikTok, el detonante puede ser el estrés, un cambio de estación, un proceso febril, una dieta estricta o incluso sin causa aparente. En la mayoría de los casos, se trata de un fenómeno temporal que se resuelve espontáneamente.
Sobre la alopecia
En cambio, la alopecia implica una pérdida real y anormal del cabello, que sí conlleva una disminución en la densidad capilar. No se trata solo de ver más pelos en el cepillo, sino de notar cambios visibles en el cuero cabelludo. Algunas señales claras son:
- Aumento de la anchura de la raya del pelo.
- Retracción progresiva de las entradas.
- Aparición de pequeñas calvas localizadas.
- Sensación de menor volumen o visibilidad del cuero cabelludo.
Al detectar alguna de estas señales, Alex Docampo recomienda acudir al dermatólogo.
Es importante entender que notar una caída mayor de cabello durante un periodo concreto no significa automáticamente que vas a quedarte calvo. Muchas veces se trata simplemente de una respuesta fisiológica del cuerpo. De hecho, en otoño es frecuente experimentar una caída más intensa, lo cual es completamente normal y suele revertirse por sí solo.
En resumen, distinguir entre una caída estacional o reactiva y una alopecia verdadera es fundamental. Si solo estás perdiendo más cabello de lo normal, probablemente se trate de un efluvio telógeno, un fenómeno reversible.