Cuando el Real Madrid perdió contra el Inter de Milán 2-0 en la ida de las semifinales de la Copa de la UEFA, Juanito avisó a los italianos que “90 minutos en el Bernabéu son molto longo”. Los madrileños golearon a los transalpinos y allí nació un espíritu, el de Juanito, que todo club con solera ha terminado hallando en su larga historia. Es el caso del Bidasoa, que hace 25 años en otra eliminatoria europea encontró el suyo propio: el espíritu de Astrakhan que, como en el Bernabéu el de Juanito, no se puede invocar todos los días ni mentar en vano, pero que existe.

Eran octavos de final de la Copa EHF (actual EHF European League) y tras eliminar al Fortuna Sittardia neerlandés y al Virum Sorgenfri danés, el sorteo emparejó al Bidasoa con el Dinamo de Astrakhan. Con el ánimo, según algunos, de encarrilar la eliminatoria ya en Rusia, la expedición de 24 personas partió a las 4:30 horas de la madrugada del viernes 8 de diciembre en uno de los viajes más largos de su historia. Más de 16 horas de viaje (Bilbao-Bruselas-Moscú-Astracán) para llegar al destino, y que se largaría hasta la madrugada del jueves siguiente, puesto que el equipo optó por volar a su siguiente compromiso liguero.

Unai Arrieta, el fisioterapeuta Ibon Etxeberria, Aitor Etxaburu, Javi Barreto y David Rodríguez, en el Kremlin de Moscú J.B.

A 500 kilómetros de Chechenia y a orillas del Caspio, entre bolsas de petróleo, rico caviar, espías del KGB y los padres de Oleg Kisselev —que recibieron a la expedición dorada, donde se encontraba un buen amigo de su hijo como Aitor Etxaburu—, todo lo que podía salir mal salió mal: el pivote eibartarra se lesionó en el entrenamiento de la víspera y con Christophe Kempe ausente, el joven Julen Aginagalde quedaba como único pivote. Durante el partido, los dos laterales, ambos diestros, Azarov y Zaikin, se forraron con el lanzamiento exterior (16 goles), que el extremo Slaschev aliñó con otros 9 tantos. Si se le suman las paradas de Ismailov, el cuadro fue completo: 30-22.

El ‘detalle’ del Barcelona y Joan Gaspart

Entre ambas citas, el Bidasoa que entrenaba Julián Ruiz tuvo que visitar al Barcelona, que rechazó adelantar el choque al martes. Los guipuzcoanos perseguían volar de Rusia a la Ciudad Condal y ganar un día para preparar el partido ante el Dinamo. El Barça, siempre el Barça, envió un fax firmado por el mismísimo Joan Gaspart rechazando el cambio de día, manteniendo el partido el miércoles a las 20:00 horas y deseándole suerte en la eliminatoria contra los rusos.

Se puede decir que Bidasoa y Dinamo llegaron el mismo jueves a Irun, los segundos, algunas horas más tarde que los primeros, que no tuvieron más que una ligera recuperación. Llegó el sábado a las 16:30 horas y con las cámaras de ETB1 como testigo y un público a rebosar —la junta directiva de Javier Sesma retiró tras el partido de ida el suplemento que los socios debían pagar para el choque—, el Bidasoa remontó.

Artaleku empuja y goza

Con dos laterales como Mladen Bojinovic y Patrick Cazal —que acababa de recibir el galardón a mejor jugador extranjero de la Liga anterior— que acertaban a tirar del carro, no como en Rusia. Un buen Juan Domínguez en el avanzado del 5:1 defensivo, cerrado por un buen Javi Barreto.

Arrancaron bien los de Ruiz, impulsados por un público cuya presión a veces puede jugar en contra, y llegaron cinco goles arriba al descanso. Parte de la remontada estaba hecha, pero hubo que esperar al 19-11 del minuto 39 para voltear la eliminatoria. El último tercio se jugó en terreno dorado, pero cualquier 0-2 o 0-3 de parcial podía dar al traste con los planes guipuzcoanos, que quedaron salvados con el 28-19 que firmó el egiatarra David Rodríguez.

El pase a cuartos significó el cruce con el Pick Szeged húngaro, que comenzaba un proyecto que se ha traducido en lo que es hoy; y después, una mítica semifinal europea —otra más tras la Recopa de 1997— con el Magdeburgo del exbidasotarra Alfred Gislason. Con el 32-24 en la ida, a los alemanes les bastó para esquivar el 23-17 de la vuelta. El mejor resultado bidasotarra en Europa desde la Recopa de tres años antes contra el Veszprém.