El Irudek Bidasoa Irun y el Ademar de León empataron en un duelo, disputado este jueves, entre contendientes europeos y en el que los locales, con balón definitivo para haberse podido llevar el duelo (antes dispusieron de otros), pueden agradecer un punto que el año pasado les voló (26-26).

El conjunto guipuzcoano volvió a evidenciar que hasta la fecha las primeras partes no le gustan mucho. El entrenador, Álex Mozas, había reconocido la víspera que el objetivo era que el equipo fuera capaz de dominar cada vez más el partido como lo hizo tras la reanudación en los compromisos anteriores. Deberá perseverar para lograrlo. Sobre todo, en las finalizaciones.

Primero, arreones puntuales en ataque le permitieron no perder la cara en el marcador ante un rival ordenado y que se proponía penalizar al máximo el error local. Así se entiende que el Irudek Bidasoa Irun solo dispusiera de dos ventajas en el primer acto, tantos de Nevado y Rodrigo Salinas entre los minutos 7 y 8 (3-2 y 4-3).

Ademar, a por el error

El equipo leonés buscó dos vías. Por un lado, forzar el error en el ataque local; por otro lado, percutir a través de balonmanistas como Miñambres –que brilló en el último precedente copero– el flanco derecho de la retaguardia dorada, que arrancó con Nevado y Jevtic en el eje con un siete que no precisaba cambios entre la defensa y el ataque.

Cuando ralló con intensidad, esa defensa llevó al pasivo a un por momentos parsimonioso Ademar: entre las paradas que firmaron Srkzyniarz y Maciel, y los pasivos que decretaron los colegiados, los dorados recuperaron cuatro balones antes del descanso.

Ese era el camino, pero por momentos se nublaba. En buena medida porque en ataque la escuadra guipuzcoana no atinaba en el lanzamiento ante un Barkhordari que firmó la mayoría de sus seis paradas en la recta final de la primera parte. 

Fueron unos minutos que resultaron algo revueltos por acciones como el codazo que dejó a Jevtic en sangre. Los colegiados no sancionaron la acción. “No he visto”, dijo uno de los jueces mientras amonestaba la protesta de Mozas.

Con 10-13, el técnico bidasotarra solicitó su primer tiempo muerto y causó efecto inmediato: Cavero, Valles y Mielczarski realizaron otros tantos ataques que dieron cumplida cuenta del cerrojo que había echado Maciel en su portería.

Aun así, el Irudek Bidasoa Irun distaba de tener una versión redonda y en el último minuto, Ademar volvió a tomar la delantera y valiéndose de otro error en la circulación local, marcar en el contragolpe el 13-15 del entreacto.

¿Marcador alto o bajo?

Con esos guarismos, faltaba por ver si el marcador cogería ritmo alto como querían los guipuzcoanos o si, por el contrario, se contendría, como reconoció en la previa Gonzalo Pérez Arce que le interesaba al Ademar.

La vuelta del vestuario trajo los mejores minutos dorados: un parcial de 4-0 en apenas tres minutos le llevó a la mejor ventaja de todo el encuentro antes de que Barkhordari y Maciel, espectacular, se retaran a un duelo al sol con cuatro paradas consecutivas en otros tantos ataques.

El desarrollo del choque empezaba a guardar paralelismos con el de la pasada temporada ante Torrelavega en Artaleku y el de la Copa ante el mismo rival leonés. Como la primera de las dos tardes, el equipo guipuzcoano no lograba dominar al rival como se proponía por esos errores en la finalización, en especial, de la segunda línea. Y como en junio, porque el rival se le volvió a enganchar a la chepa cuando con 17-15, parecía que el cielo ya se despejaba. Empate a 17 y vuelta a empezar.

Mozas, que dio entrada en la convocatoria a Iñaki Cavero y Tito Díaz por Matheus Francisco da Silva y Eneko Furundarena, empleó a todos sus balonmanistas. Primero, por mantener la frescura de todos ellos de cara a unos minutos finales que se presumían cruciales. Y a buen seguro, también para intentar encontrar a aquellos que mejor podían descifrar la fórmula de la Coca-Cola ante el marco rival.

Ademar vuelve a adelantarse

No la hubo. De hecho, Ademar, al que el Bidasoa dejó en once tantos en la segunda parte, se puso 22-24 a falta de diez minutos para acabar con la misma receta de la primera parte: valiéndose de dos nuevos errores locales; en este caso, pérdidas. Empujado por un Artaleku que despertó, primero Rodrigo Salinas y después Piotr Mielczarski volvieron a esperanzar a una grada que confiaba en que al final la moneda cayera de cara.

Y pudo hacerlo. Primero un golazo de Nacho Valles en pasivo y después otro de Marko Jevtic, que no regresó a la pista hasta el minuto 47 desde el codazo, pusieron por delante a un equipo que tuvo balón para el 27-26 y terminaría esperando que Samu Sáiz no marcara una falta final en la que los visitantes reclamaron sabotaje y siete metros.

Botella medio llena o medio vacía

El Irudek Bidasoa Irun ganó al Ángel Ximénez donde el año pasado rascó cero puntos y contra el Ademar, que también perdió, sacó un punto que podía haber doblado. De ahí el sabor agrio final de la noche que debió terminar mejor y pudo acabar peor.

Superado el choque ante el Ademar, que deja el primer empate entre ambos contendientes en sus 24 compromisos ligueros en Artaleku, la cuarta jornada de la Liga Asobal llevará al Irudek Bidasoa Irun a Nava de la Asunción el próximo sábado, 4 de octubre, a las 20.00 horas.