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El Bidasoa sobrevive a sus errores y gana en Huesca (25-26)

Los fallos ofensivos atan a un Bidasoa que no acierta a aprovechar el dejar a su rival en un gol durante 15 minutos

El Bidasoa sobrevive a sus errores y gana en Huesca (25-26)Jesús Barrabés / Bada Huesca

El Bidasoa ha pasado de sufrir, y mucho, por perder como perdió el sábado en Barcelona y, sobre todo, el martes en Francia, a sufrir lo indecible para ganar a Huesca. Y como en Limoges: con un siete metros de Iñaki Cavero con el tiempo cubierto para lograr dos puntos en un partido que nadie recordará salvo por la cantidad de errores por ambos bandos. Un choque de los que hay que sacar para volver a Europa.

El conjunto guipuzcoano ha saltado a la cancha del Palacio de los Deportes centrado y ha llevado la iniciativa, apoyado por una defensa en la que no contaba con Francisco da Silva y recuperaba a Furundarena, que ha formado dupla central con Jevtic. Los primeros diez minutos han sido de ventajas de entre uno y dos goles. Un territorio propicio para, con otro parcial de 0-2, empezar a poner una tierra de por medio que no podido marcar por fallos propios ante un equipo que también cometía sus errores.

El equipo altoaragonés, centrado en la disuasión y en complicar la continuidad del ataque bidasotarra, ha crecido con el paso de los minutos, apoyado por un Arguillas que ha detenido balones de todos los colores para lamento de un ataque amarillo que se nublaba. Y así asomaba el guion de las anteriores derrotas guipuzcoanas en tierras oscenses, con una portería local con una eficacia próxima al 40%...

Desde que el Bidasoa ha marrado balón para el 4-7 poco antes del minuto 10, en ataque se han empezado a suceder las pérdidas en pase (bien fueran contraataques o ataque en estático) y lanzamientos desde los 6 metros que Arguillas desactivaba. El equipo amarillo tampoco ha aprovechado la superioridad de la exclusión de Parera, dos minutos en 0-0.

En el bando local, que celebraba su 400º partido en Asobal, la situación tampoco era para echar cohetes: ha necesitado de hasta tres ataques consecutivos para ponerse por delante por primera vez en el marcador (minuto 24, 10-9). Así ha llegado el descanso 14-13.

Mejora el Bidasoa, pero no remata

La reanudación ha traído una versión del Bidasoa más intensa en defensa, que le ha permitido sobrevivir a los segundos de inferioridad que le restaban y después, dejar a Huesca –que ha perdido a Frank Cordiés descalificado en el minuto 37 (única sanción disciplinaria para ambos equipos en la segunda parte)– en un solo gol en casi 16 minutos. Casi nada.

Como un vaso comunicante, esa solidez defensiva se ha convertido en calma y tranquilidad en ataque, y con buenos procedimientos, los goles han caído en la portería local. Prueba de esa paciencia colectiva ha sido el gol de Esteban Salinas en el minuto 46. El Huesca mucho tenía que agitar la piñata para que el Bidasoa, rocoso atrás con Maciel —un seguro de vida por encima de la docena de paradas— y un poco más fino en ataque, no pudiera pensar en meter los dos puntos en el autobús...

Pero se ha agitado, claro, pese al notable mérito de encajar fuera de casa un solo gol en 15 minutos, reduciendo a piezas destacadas del rival hasta la fecha como Miguel Malo. En circunstancias normales y sin tanto error en ataque, semejante rendimiento en una segunda parte debería ser casi certificar el triunfo final.

Un Huesca duro de roer

Hasta el primer triunfo en casa la semana pasada ante Cuenca, el equipo oscense había cedido ante Torrelavega por un gol, Nava y Granollers por tres, Anaitasuna por cinco, Logroño por cuatro y Villa de Aranda por tres. Ese era su rival y, con tres fichajes invernales que le han dado otro aire, se resistía a perder ante un Bidasoa que ya sabía quién le esperaba. Más con el plus de motivación de jugar ante el vigente subcampeón. El mismo extra que tuvo el Bidasoa en el Palau o ante Benfica.

En unos minutos trufados de errores por ambas partes, como la insistencia en buscar al pequeño de los Salinas en los 6 metros sin haber desubicado al 6:0 local, Huesca ha recuperado bolas y ha empatado por mediación del vizcaino Nacho Suárez a 22 a falta de siete minutos. Un visto y no visto del 18-21 del minuto 50.

Ficha técnica

25 - Bada Huesca (14+11). Arguillas, Carlos Pérez (3 p.), Borragán (4), Parera (4), Frank Cordiés (1), Adrià Pérez, Malo (1); Decsi, García (3), De Souza, Moya (2), Suárez (4), Paulo (2, 1 p.), Nenadic (2), Samuel Cordiés.

26 - Bidasoa Irun (13+13) Maciel, Cavero (5, 4 p.), Mujika (2), Pacheco (3), Asier Nieto (2), García (1), Esteban Salinas (4); Faílde, Jevtic (2), Zabala, Gey-Emparan (1), Furundarena (1), Rodrigo Salinas (3), Boskos (1), Asier Iribar (1), Gorka Nieto.

Parciales. 1-2, 4-6, 7-7, 9-9, 10-9, 14-13; 15-16, 15-16, 15-18, 18-21, 23-23, 25-26.

Árbitros. Jordi Ausàs i Busquets, y Miquel Florenza i Virgili. Por parte de Huesca, excluyeron a Parera (15’01); y descalificaron a Frank Cordiés (37’52). Por parte del Bidasoa, a Furundarena (18’40) e Iribar (28’16).

Incidencias. 18ª jornada de la Liga Asobal disputado en el Palacio de los Deportes de Huesca ante unos 1.500 espectadores.

Carrusel final

Con un ex Huesca como Rodrigo Salinas apareciendo en los momentos decisivos, el duelo ha tenido tiempo para el 23-22, el 23-24 tras cambiar la defensa amarilla al 5:1 con Dariel García de avanzado, zaga que terminaría aún más profunda, y para la última ventaja local, el 25-24.

Unos minutos de altísimo voltaje en los que además de la falta de claridad de ideas, el Bidasoa ha tenido que lidiar con los fantasmas de Huesca (tres derrotas en las últimas cuatro visitas) y, sobre todo, con aquello en lo que no acertó en el Palau y en el Beaublanc: saber cerrar el partido.

El peculiar calendario por las obras de verano en Huesca le ponía ese reto una vez más fuera de lejos de Artaleku, tras jugar el sábado pasado en Barcelona y el martes en Limoges.

Kilómetros y kilómetros de carretera en seis días hasta llegar a Huesca, donde pese a no acertar a cerrar, sí ha atinado para llevarse la victoria. Pasivo de Huesca y tiempo muerto de Álex Mozas a falta de 12 segundos. 

El balón a Esteban Salinas ha acabado en un siete metros en el que, con el cronómetro en el minuto 60, Iñaki Cavero no se ha achicado ante un crecido Arguillas (13 paradas) y ha rematado la faena para sumar los dos primeros puntos de la segunda vuelta.

La siguiente cita será europea y en Irun. La única hasta finales de marzo en Gipuzkoa. Llega el Limoges que, sometido por el Bidasoa durante 56 minutos, se llevó la gloria desde los siete metros. El mismo conjunto que anoche sufrió en su casa para derrotar al Chambéry de Iñaki Peciña y que entrena otro irundarra, Asier Antonio (34-32). Artaleku aguarda una gran noche europea.