Una selección española reconocible se recompone ante Rumanía (24-36)

Ya el arranque poco ha tenido que ver con el partido contra Croacia. Dos paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, un blocaje defensivo a Iósif Buzle y un gol de un Dani Dujshebaev, inédito el viernes, han dibujado otro escenario en tres minutos de partido.

La selección de Jordi Ribera ha cogido aire rápido y se ha quedado sin él según perdía balones. Hasta tres jugadas han tenido ese final no forzado, tres recuperaciones que han habilitado a la selección rumana para ponerse por delante 5-3.

El paso de los minutos ha ayudado al combinado español a asentar su juego habitual y obtener réditos de ello. Claves han resultado los minutos entre el 17 y el 26: un parcial de 0-5 ha deshecho el empate a 8 del marcador en un 8-13, con una España concentrada y sobria en todas las facetas del juego, con Viran Morros ya en lugar del lesionado Miguel Sánchez-Migallón completando pareja con el irundarra Iñaki Peciña.

En un balonmano en el que cada nueva norma parece destinada a favorecer el gol, la selección española ha recordado una vez más que las victorias se fundamentan en la defensa. Y en la portería: Gonzalo Pérez de Vargas ha firmado una hoja de resultados de siete paradas en 19 lanzamientos en los primeros 30 minutos.

Solo quedaba una preocupación, la zona central de los seis metros cuando no lograba de cubrir su propia espalda. Así ha anotado el exjugador de Cisne Calin Dedu el noveno tanto rumano tras casi 10 minutos sin marcar. Ocho lanzamientos han llegado desde este punto antes del descanso.

Un intercambio de goles final ha puesto en el marcador el 12-17 del entreacto, habida cuenta de que la jugada final diseñada en la pizarra de Ribera, siete contra seis con los primeros segundos de Imanol Garciandia en pista, no ha encontrado la portería en la mano de Dani Dujshebaev. La selección española ha pagado a Rumanía con la misma moneda que le dio Croacia: una eficacia por encima del 90%.

Pendientes de Kauldi

El balón de la reanudación también ha sido para los de Jordi Ribera, que han conducido el ataque hasta el extremo derecho, donde un recién estrenado Kauldi Odriozola ha marcado y al pisar en la caída se ha llevado un susto. El zumaiarra, que no ha vuelto a la cancha, se ha retirado al banquillo con gesto de preocupación por el quinto metatarsiano su pie izquierdo. Las pruebas afinarán su diagnóstico.

Los minutos posteriores han descolocado a unos jugadores que temían perder a otro compañero por segundo partido consecutivo, pero rehechos de lo sucedido, han llevado el encuentro ocho goles arriba para el minuto 12 de la reanudación.

Hasta ese momento Rumanía no había empleado el arma del 7 contra 6, pero el exentrenador del Barça, Xavi Pascual (uno de los ex Asobal del choque, como el exbidasotarra Dan Racotea), ha ordenado utilizarlo a la vuelta del tiempo muerto del 15-23. La tensión y la anticipación defensiva española ha desbaratado cualquier intento rumano de acercamiento. Más aún, España se ha aprovechado de la portería vacía para marcar varios tantos que han ampliado la renta hasta los 11-12 goles gracias a jugadores como Garciandia, Ian Tarrafeta o el MVP Dani Fernández.

Pendientes del futuro de Odriozola, especialista en el avanzado defensivo que se someterá a una resonancia magnética este lunes por la mañana, España cerrará la fase de grupos contra Austria el lunes (20:30 horas). Croacia clausurará la suya dos horas y media antes su ronda inicial a las 18:00 horas.