Pablo Laso, exentrenador del Real Madrid, aseguró ayer sentirse “bastante bien” y que su corazón está “perfecto” después del “infartito” sufrido en junio y que fue la causa que argumentó el club blanco para prescindir de él, una decisión que no trató de forma crítica y que tampoco le hace cerrarse las puertas de una vuelta a lo que considera su “casa”. “No sé cómo me veis. Yo estoy bastante bien. He sufrido un infartito. Tengo una función normal en el corazón y no tengo ninguna secuela. El corazón está perfecto. No soy ya el entrenador del Real Madrid y, después de once años, solo puedo estar agradecido al presidente, a la Junta Directiva y a la afición”, comentó Laso en la presentación de su campus de verano.

El técnico dejó claro que se llegó a una rescisión “de mutuo acuerdo” del contrato que habían firmado hasta 2024. “Por mi manera de ser yo tenía claro que, cuando me transmiten que no voy a ser el entrenador del primer equipo, no pinto nada aquí”, añadió. “Intentaba recuperarme del esfuerzo de un final de liga muy exigente y mantenía el contacto con Alberto Herreros para tratar las incorporaciones para el año siguiente”, relató sobre los días anteriores a su marcha el gasteiztarra, que advirtió que “el responsable de la sección” (Juan Carlos Sánchez) se la había transmitido “unos días antes” de que se anunciase en los medios, desmintiendo que se le hiciera “ninguna oferta formal” ni a él ni a su agente para ocupar otro puesto.

Al Real Madrid le pidió que si estaba “tan preocupado” por su salud debería darle “todos los informes posibles”. “Para mí la prioridad es la salud; si corriera riesgo, el primero que no entrenaría soy yo”, afirmó el extécnico blanco. “Los informes médicos que tenga el Real Madrid yo no los tengo, yo tengo los míos. Si el Real Madrid tiene unos informes y se basa en esos, no sé si es traición o no, me gustaría que me los pasara por verlos, pero yo me fío de los míos”, destacó ante las dudas sobre si está apto para entrenar o no. Además, insistió en que su cuerpo médico le ha transmitido que está “bien” y declaró que estaba “muy ilusionado en el año que viene”. “Que el Madrid decida prescindir de mí, lo entiendo. ¿Cuánto es un ciclo: 11, 20, 25 años? Pueden ser tres meses. Lo que me entristece es que Pablo Laso no va a entrenar al Real Madrid el año que viene”, manifestó.

El alavés no duda de la versión del Real Madrid y dijo que “a partir de ahí son todo conjeturas”. “Si me preguntas si tengo un informe por escrito que me diga que puedo entrenar, no lo tengo. A mí me va a hacer entrenar si un equipo me quiere fichar y me hace un reconocimiento médico”, sentenció. Sobre un hipotético regreso en el futuro, Laso no se cerró puertas: “Cuando algo lo consideras de casa, ¿cómo no vas a volver? Para mí el Real Madrid es mi casa, mi vida, es mi club, mi equipo y eso no va a cambiar, independientemente de si mañana entreno en otro equipo”.