donostia. Es una de las leyendas vivas de la ACB. Bernard Hopkins, el abuelo de la liga a sus 39 años recién cumplidos, apura los últimos compases de su carrera en el BluSens Monbus, rival este domingo del Lagun Aro GBC y equipo en el que recaló hace año y medio tras salir del conjunto guipuzcoano.
"No hay excusas ante el Lagun Aro", reconoce el ala-pívot estadounidense, consciente de que su equipo, tercero por la cola con un balance de 4-13, necesita amarrar sus partidos en casa si no quiere perder la categoría: "Nos toca enfrentarnos a mi exequipo y tenemos que aplicarnos a fondo durante los 40 minutos, incluso valdría con hacerlo 38 porque dos minutos malos no es nada pero con seis malos es muy difícil".
Hopkins jugó el sábado su partido 434 en la Liga ACB, superando a Granger Hall. Es el segundo extranjero en el ranking de más partidos, solo por detrás de Pablo Prigioni, base del Caja Laboral, que lleva 436.
La actual es su 13ª campaña en la elite. Llegó en 1997 al Gran Canaria, donde jugó un año, y luego ha estado en el Valencia (cinco temporadas), el Tenerife (dos), el Valladolid (dos) el Lagun Aro GBC (dos) y el Blusens (una). Además, ha jugado dos años en la LEB Oro, uno con el GBC y otro con el Blusens, y en ambos ha conseguido el ascenso.
cerca de los 6.000 puntos Hopkins persigue en la segunda vuelta liguera un reto particular, que es alcanzar los 6.000 puntos y convertirse así en histórico en este apartado estadístico. No lo tiene difícil, ya que lleva 5.979 después de meter el pasado sábado diez puntos al Gescrap Bizkaia. El de Baltimore ya es histórico tanto en rebotes (2.755) como en minutos disputados (12.237).
Más allá de sus números, Hopkins está centrado en mejorar el rendimiento de su equipo, que empezó la temporada ganando dos de sus tres primeros partidos, pero que en las últimas catorce solo ha ganado otros dos. El sábado, frente al Gescrap, cayó tras encajar un parcial de 22-43 en los dos últimos cuartos. "Creo que el problema es mental. Acabamos bien el partido físicamente, nunca me había sucedido esto, he jugado mucho en esta liga, tengo claro lo difícil que es, pero también que los partidos duran 40 minutos, no 30", dice el ala-pívot: "Estamos en una situación delicada. En la primera vuelta solo hemos ganado cuatro partidos, nunca me había pasado algo así".