Madrid. El último intento por evitar la cancelación de los partidos de las dos primeras semanas de competición de la NBA fracasó después que los dueños y los jugadores no pudieran llegar a un acuerdo en sus últimas reuniones. Las conversaciones, que duraron catorce horas repartidas entre el domingo y el lunes, no dieron ningún resultado positivo y confirmaron las grandes diferencias que separan a ambas partes en los asuntos claves que se incluyen en el nuevo convenio laboral.

El comisionado de la NBA, David Stern, anunció de manera oficial la cancelación de los partidos programados hasta el 14 de noviembre, es decir, los previstos para las dos primeras semanas de competición.

"Ambas partes están muy separadas en casi todos los asuntos claves. Simplemente hay un mar que nos separa", declaró Stern. "Nunca pensé que podríamos llegar a la situación de 1998-99, pero ahora ya no es posible disputar los 82 partidos de la temporada regular".

A día de hoy no se sabe cuando se volverán a reunir las dos partes ni cómo quedan las negociaciones. Más duro que Stern fue el comunicado que ofrecido el vicecomisionado de la NBA, Adam Silver, que recordó que no habrá acuerdo hasta que no se garantice a los 30 equipos la misma igualdad de competitividad y una compensación justa para los jugadores. "A pesar de los grandes esfuerzos que hemos hecho, no fue posible alcanzar un nuevo acuerdo con el sindicato que permita a los 30 equipos competir por el título de liga, a la vez que nuestros jugadores reciban una compensación justa".

"No alcanzamos un punto en el que se pudiese dar un acuerdo justo con la NBA", se limitó a decir el presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, de los Lakers.

El principal motivo del desacuerdo es que los dueños de los clubes piden que el reparto de ingresos que genera la NBA quede al 50% para cada parte, en comparación al 57% que recibieron los jugadores en el antiguo convenio colectivo. Además, los clubes desean un tope salarial rígido, así como contratos no garantizados y de corta duración. El sindicato de jugadores, por su parte, rechaza el 50% y no quiere que se toque el tope salarial.