donostia. El Lagun Aro GBC no tenía la certeza ayer por la noche de que el partido del jueves en la cancha del Blancos de Rueda Valladolid se vaya a disputar. El club vallisoletano sigue a la espera de que la FIBA le conceda los transfers de Hervé Touré y de Dalibor Bagaric y, si el organismo europeo no se los da hoy, el partido se suspenderá como ya sucedió con el primer encuentro liguero que debía medirle al CAI Zaragoza el domingo.

El problema viene de los impagos del Valladolid a un exjugador, Lamont Barnes, que denunció su situación. El Tribunal de Arbitraje de la FIBA le dio la razón y por ello no tramitó los transfers de Touré y Bagaric, condición indispensable para que puedan jugar en la ACB. El problema se agravó porque el Valladolid está en Ley Concursal, por lo que el administrador concursal del club argumenta que no hay dinero para saldar esa deuda y el juez del juzgado de lo mercantil número uno de Valladolid decidió que el partido no se jugaba porque la ausencia de Touré y Bagaric supone un daño deportivo irreparable para el equipo.

La decisión se tomará hoy y, pese a que ayer por la noche el partido estaba en el aire, el Lagun Aro confía en que el duelo del jueves en el Pisuerga se juegue.