le costó quitarse la fama de descendedor que arrastró durante unos cuantos años. No en vano, sus tres primeras aventuras en la ACB acabaron en otros tantos descensos. Una racha de mala suerte difícil de superar para cualquier jugador. Comenzó en Breogán, continuó en Donostia y finalizó en León. Con apenas 24 años, luchaba por hacerse un hueco en la ACB y no lo conseguía.

La primera oportunidad en la elite se la dieron en tierras gallegas. Después de tres temporadas en la LEB -Bilbao Basket, La Palma y CAI Zaragoza-, el Breogán lo fichó en 2005. Urtasun era un jugador de rotación en un equipo que peleó hasta el final por la salvación pero que acabó colista. Unas semanas después de aquel mazazo, el GBC le llamó para formar parte del primer proyecto del club en la ACB. Miguel Santos y Porfi Fisac confiaban ciegamente en él como primer reserva en el juego exterior. "No es una promesa, es una realidad", dijo el presidente sobre su fichaje. Su temporada, como la de todo el equipo, fue de más a menos. Empezó con fuerza, convirtiéndose en una de las revelaciones de la liga, pero terminó contagiándose por la dinámica de un GBC que acabó la liga con diez derrotas seguidas y como colista.

Pese a ello, siempre ha asegurado guardar un buen recuerdo de aquella temporada 2006-07. "Fue un año muy bonito. Estábamos todos muy ilusionados porque era el primer año del club en la ACB. La plaza de toros se llenaba casi todos los días y el club estaba en pleno crecimiento. Además, era mi primera temporada en la que disfruté de muchos minutos en la ACB", ha repetido el escolta pamplonés esta semana.

El descenso le hizo buscarse acomodo en el Estudiantes, donde no completó ni la mitad de la temporada 2007-08. No jugaba mucho y se fue a León, equipo que estaba desesperado por los malos resultados. La llegada de Urtasun y algún jugador más no sirvió de revulsivo y el equipo bajó de forma contundente: solo ocho victorias en 34 encuentros.

vuelta a la leb

Dos buenos años en Alicante

En vista de su trayectoria en la ACB, Txemi Urtasun decidió volver a la LEB con un equipo ganador en la categoría de plata, el Alicante. El escolta fue uno de los hombres clave en el ascenso, promediando 13,1 puntos por partido, y en la posterior permanencia del equipo entrenado por Óscar Quintana. Por fin pudo quitarse la espina de los descensos y, con unos promedios que le convirtieron en una de las sensaciones de la liga (10,6 puntos, 2,1 rebotes y 1,9 asistencia) ayudó a que el Alicante completara una buena campaña.

Sus actuaciones llamaron la atención de muchos equipos de la ACB -entre ellos el Lagun Aro- pero el que pujó más fuerte fue el Cajasol, que construyó un ambicioso proyecto para disputar la Eurocup y volver a jugar los play-off por el título. A Urtasun le ha costado adaptarse a repartirse el protagonismo con los Bullock, Kirksay, Calloway y compañía, pero va a más y es el sexto jugador que más utiliza Joan Plaza. En la ACB está promediando 8,9 puntos por partido y en la Eurocup, 11,9. Hoy será una de las grandes amenazas para el Lagun Aro.