El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha amenazado con cortar el tránsito de gas hacia los países de la Unión Europea (UE) en caso de que el bloque anuncie nuevas sanciones, al tiempo que ha ordenado supervisar los "movimientos de tropas" de la OTAN y Polonia en la frontera.

"Proporcionamos calefacción a Europa y aún así nos amenazan con cerrar la frontera. ¿Y si cerramos el paso de gas natural?", se ha preguntado el mandatario, quien ha recomendado a las autoridades de Polonia, Lituania "y otros tontos" que " piensen antes de hablar".

"El Ministerio de Exteriores debe advertir a todos en Europa. Si aplican nuevas sanciones contra nosotros, debemos responder", ha manifestado Lukashenko. "Han empezado a asustarnos con el quinto paquete (de sanciones)", ha dicho, antes de pedir al primer ministro, Roman Golovchenko, que "no se perdone nada" al bloque.

Asimismo, ha destacado durante una reunión que "el Ministerio de Defensa, el Comité de Seguridad del Estado (KGB) y las fuerzas fronterizas deben controlar el movimiento de tropas de la OTAN y Polonia", según ha recogido la agencia bielorrusa de noticias BelTA.

Así, ha resaltado que en la zona hay ya desplegados 15.000 militares, carros de combate y vehículos blindados, al tiempo que ha denunciado que este despliegue ha sido llevado a cabo "de forma insolente" y "sin avisar a nadie".

El mandatario ha ordenado además prestar una atención especial a la entrega de ayuda a los refugiados que se encuentran en la frontera y ha advertido de que se han registrado intentos de introducir armas y municiones en algunos campamentos para provocar un conflicto.

El Ministerio de Defensa de Bielorrusia ordenó aumentar su defensa aérea en la zona occidental del país ante el aumento de la tensión con Polonia. Así, dijo que la Fuerza Aérea ha aumentado su despliegue "tanto en el oeste como en el noroeste".

Por su parte, el ministro de Exteriores de Bielorrusia, Vladimir Makei, ha negado en una entrevista concedida a la agencia rusa de noticias Sputnik que Minsk haya lanzado una "guerra híbrida" contra la Unión Europea (UE) a través de la autorización de paso a miles de migrantes a través de sus fronteras.

Makei ha sostenido que lo que sucede en la frontera con Polonia "es resultado de la irreflexiva política de la UE" y "consecuencia de la destrucción del sistema estatal de varios estados y de invitar a los refugiados con la promesa de acogerlos".

"Hoy día la UE cambió radicalmente esa política e intenta castigar a Bielorrusia imputándole una guerra híbrida", ha sostenido. "¿De qué guerra híbrida están hablando? ¿Bielorrusia contra la UE con sus 500 millones de habitantes? Por nuestra parte no hay ninguna guerra ni puede haberla", ha recalcado.

En este sentido, ha incidido en que las autoridades bielorrusas están interesadas en que la crisis migratoria se solucione lo antes posible y ha recordado que el bloque dejó de financiar en 2020 los proyectos de refuerzo de infraestructura fronteriza, tras lo que Minsk suspendió el acuerdo de readmisión.

"Propusimos a la UE sostener consultas sobre este asunto, pero recibimos una respuesta negativa. Desde entonces volvimos a proponer centenares de veces entablar el diálogo, pero nunca nos respondieron positivamente", ha dicho el ministro de Exteriores bielorruso.

Por ello, ha incidido en que Bielorrusia ve intentos de organizar provocaciones por parte de los países vecinos. "No depende de nosotros el desarrollo de la situación. Esperemos que se imponga el sentido común y que la otra parte llegue a comprender que se debe buscar una salida a esa situación", ha zanjado.

AEROFLOT RECHAZA LAS ACUSACIONES

Por otra parte, la mayor aerolínea rusa, Aeroflot, ha rechazado durante la jornada las acusaciones sobre su presunta implicación en el tráfico de migrantes en situación irregular hacia la UE a través de Bielorrusia.

"La información sobre la participación o asistencia de Aeroflot en la organización del transporte masivo de migrantes al territorio de Bielorrusia no tiene nada que ver con la realidad", ha dicho la compañía a través de un comunicado.

"La información sobre la amenaza de imponer sanciones puede impactar de manera negativa en las actividades operativas y financieras de la empresa, así como en su capitalización", ha manifestado, antes de agregar que no efectúa vuelos a Irak o Siria y que no cuenta con una conexión entre Estambul y Minsk.

Asimismo, ha recalcado que tiene la intención de proteger sus intereses utilizando vías legítimas, "incluido el derecho a la protección judicial de los intereses de la empresa", después de que la agencia Bloomberg informara de que la UE podría imponer sanciones a principios de diciembre contra Aeroflot y la turca Turkish Airlines por presunta implicación en tráfico de migrantes.

En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha tildado de "disparate" estas informaciones. "Esperemos que tales ideas locas sean parte de la desinformación", ha valorado el portavoz de la Presidencia rusa durante una comparecencia ante la prensa.