- La Comisión Europea solicitó ayer a los países de la Unión Europea que reabran su frontera exterior a los turistas vacunados contra el coronavirus en terceros países que inoculen vacunas que también cuentan con el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), como es el caso de Estados Unidos o Reino Unido.

La propuesta de Bruselas será examinada ya a lo largo de esta semana a nivel técnico y de embajadores de los estados miembros, con el objetivo de que sea posible un acuerdo antes de que acabe mayo y el cambio se pudiera aplicar ya “a primeros de junio”, según fuentes comunitarias.

En todo caso, la propuesta del Ejecutivo comunitario subraya que el hecho de que los viajeros vacunados puedan viajar a destinos europeos no significa que puedan hacerlo “sin condiciones”, ya que corresponderá a cada estado miembro decidir si deben cumplir otras medidas al llegar a destino, como cumplir cuarentena o realizar una prueba diagnóstica.

“La Unión Europea está verdaderamente dispuesta a abrirse al mundo pero de forma segura. Nuestra propuesta garantiza una zona Schengen fuerte gracias a una estrategia común y coordinada en nuestra frontera exterior”, afirmó la comisaria de Interior, Ylva Johansson, al poco de anunciarse la propuesta.

El objetivo de la recomendación de la Comisión Europea es que los Estados miembro tengan en cuenta no solo la buena o mala situación epidemiológica del país tercero, sino también que las personas que viajen desde o hacia él hayan “recibido la última dosis recomendada de una vacuna autorizada en la UE”.

Esta concesión podría también ampliarse a las vacunas que hayan completado el proceso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según recoge el documento de la Comisión, pero en ningún caso los gobiernos europeos podrán aceptar vacunas que no hayan sido aprobadas por la EMA o la OMS.

Por el momento, la UE autorizó el uso de cuatro vacunas -BioNTEch/Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen-; y hay varias en distintas fases de evaluación por la EMA, incluida la rusa Sputnik V.

Con todo, el Ejecutivo comunitario pide no bajar la guardia ante el riesgo de que nuevas variantes puedan ayudar a la propagación del virus por lo que pide no bajar la guardia e incluye en su propuesta un “freno de emergencia” que permita a la UE actuar de manera coordinada y más rápida ante nuevas amenazas.

Con esta salvaguarda Bruselas aspira a que los estados miembros se coordinaran en caso de que fuera necesario cerrar la frontera con algún destino, algo que intentaron sin éxito durante las sucesivas olas de la pandemia.

Por ello cree que el nuevo mecanismo permitiría asegurar una reacción fuera “rápida pero limitada en el tiempo” y que la prohibición de viaje se aplicara al “mínimo indispensable” de rutas con los países afectados por nuevas variantes, hasta preparar las medidas sanitarias necesarias que permitieran levantar la prohibición general.

La CE publicará periódicamente una lista actualizada de certificados nacionales de países terceros que podrán ser reconocidos en la UE porque reúnen las condiciones suficientes en términos de seguridad para evitar fraudes.

El Ejecutivo comunitario espera que tenga también un impacto inmediato en la lista de países con los que los Veintisiete permite en principio los viajes “no esenciales” de sus ciudadanos -vacunados o no- y que en la actualidad apenas cuenta con siete destinos: Australia, Nueva Zelanda, Ruanda, Corea del Sur, Singapur, Tailandia y, sujeto a la condición de reciprocidad, China.

La recomendación de la CE. Según la Comisión Europea, los 27 deben tener en cuenta la buena o mala situación del país tercero y además que las personas que viajen hayan recibido la última dosis.

Los posibles países que pueden entrar en la lista. Debido a la buena evolución del virus y al buen proceso de vacunación, se prevé que Israel sea incluido en la lista de países a los que la UE permite viajar. Sin embargo, Reino Unido y EEUU a pesar de las cifras de contagios, están cerca de entrar en ese grupo de países.

La comisaria de Interior afirmó que esta propuesta garantiza una zona Schengen fuerte gracias a una estrategia común y organizada en la frontera interior.