- Las autoridades polacas han puesto el freno a la discusión sobre el aborto en los casos de malformaciones fetales. El gobierno del país defiende que se “tomará tiempo para el diálogo”.

Desde que el Tribunal Constitucional declarase ilegal la ley que permitía el aborto en caso de malformación, las protestas se han extendido en toda Polonia, donde los derechos de las mujeres se están viendo reducidos en los últimos años.

Polonia aparcará por ahora el debate sobre esta prohibición de aborto en los casos de malformaciones fetales y que en la práctica haría ilegal abortar en el país. El Tribunal Constitucional, controlado por una mayoría del partido del gobierno Ley y Justicia (PiS), falló el pasado 22 de octubre que uno de los tres supuestos por los que el aborto estaba permitido en Polonia era ilegal.

Pero casi dos semanas después la decisión aún no ha sido publicada, a pesar de que el pasado lunes día 2 era la fecha límite para hacerlo. Sin su publicación oficial, la decisión del Tribunal Constitucional no tiene validez. “Es una decisión política”, ha explicado la investigadora de la Academia Polaca de Ciencias, Anna Wójcik, en declaraciones a The Guardian. Wójick ha recordado que “los fallos deben publicarse sin demora. Es un truco legal retrasar la publicación”.

El retraso ha permitido que el gobierno anuncie que atrasará la discusión sobre el aborto. ”Hay una discusión en curso y sería bueno tomarse un tiempo para el diálogo y para encontrar una nueva posición en esta situación que es difícil y suscita grandes emociones”, dijo Michal Dworczyk, jefe de la oficina del primer ministro Mateusz Morawiecki en unas declaraciones que recoge la agencia de noticias Associated Press.

Una de las causas son, sin duda, las manifestaciones multitudinarias que vive desde hace días el país. Polonia, controlada por un gobierno ultraconservador, contaba con una de las leyes de aborto más restrictivas de la Unión Europea y lleva años encadenando decisiones que restringen la libertad de las mujeres.

De hecho, la decisión del Tribunal Constitucional vino impulsada por una querella presentada hace casi tres años por diputados del PiS. Según organizaciones civiles, el 98% de los abortos practicados en el país se hacen bajo el supuesto de malformaciones o defectos congénitos del feto, por lo que en la práctica se estaría prohibiendo el aborto. Los otros dos supuestos son riesgo para la vida de la madre o violación e incesto.

Desde que se conoció el fallo del Tribunal Constitucional, varios miembros del Parlamento Europeo han alzado la voz contra la decisión y encabezado protestas con disfraces de la serie distópica de Margaret Atwood, El cuento de la criada.

También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, criticó el anuncio en Twitter (aunque sin mencionarlo). “El progreso cuesta ganarlo, pero se pierde pronto. Los firmes derechos de las mujeres son un valor y un logro del que toda Europa debe enorgullecerse. Debemos ir hacia adelante, no hacia atrás. El retroceso no es una opción para un continente que aspira a ganar el futuro”, señaló la presidenta en la red social el pasado día 28 de octubre.