La colaboración entre el Cuerpo Nacional de Policía y las fuerzas de seguridad galas ha permitido la detención de un presunto traficante de seres humanos en Iparralde, que fue arrestado en Biriatu nada más pasar la muga de Irun en un vehículo con siete migrantes africanos en situación irregular.

Según informa este viernes el Ministerio del Interior en una nota, los hechos se produjeron el pasado 3 de septiembre cuando investigadores de la Comisaría de Irun, que realizaban una patrulla preventiva en un coche camuflado por la ciudad, observaron a dos ciudadanos de origen subsahariano que deambulaban cargados con abultadas mochilas, al tiempo que hablaban por teléfono.

Esta situación llamó su atención, ya que resulta una "práctica habitual" que los migrantes irregulares contacten telefónicamente con traficantes para cruzar hacia Iparralde "a cambio de una sustanciosa contraprestación económica".

Ante la posibilidad de que pudieran ser recogidos por un vehículo que les facilitara el cruce ilegal, los agentes iniciaron un seguimiento y comprobaron cómo los dos subsaharianos se reunían con otros cinco hombres, también de origen africano, que parecían esperar a alguien.

Transcurrida aproximadamente una hora, llegó al lugar un Opel Zafira, conducido por un hombre de raza blanca que aparentemente "nada tenía que ver con los migrantes", al que los vigilados se dirigieron para cargar su equipaje.

Ante la posibilidad de que el conductor del automóvil fuera un traficante de seres humanos, los agentes activaron los canales de comunicación y cooperación con la policía francesa para que detuvieran el vehículo si cruzaba ilegalmente.

Finalmente, la Policía de Aire y Fronteras de Hendaia informó a las autoridades de que el vehículo sospechoso había sido interceptado a su paso por la frontera de Biriatu con siete migrantes en situación irregular y un hombre, de nacionalidad española y residente en Irun, que fue detenido y puesto a disposición de un juzgado francés.