Agentes de la Ertzaintza detuvieron este domingo a un varón acusado de intentar sabotear las instalaciones de una empresa de Urnieta en la que había trabajado. Una patrulla sorprendió al sospechoso después de que forzara una valla, causara daños en un vehículo e inutilizara la cerradura de una de las puertas de acceso. Según responsables de la empresa el arrestado había sido despedido después de que sustrajera material de las instalaciones que después vendía para su propio beneficio. Desde entonces la empresa había sufrido numerosos sabotajes por valor de unos 200.000 euros.

El incidente se produjo a las cinco de la madrugada del sábado, domingo, cuando una llamada alertaba a la Ertzaintza de un posible robo en una empresa ubicada en un polígono industrial de Urnieta. Una patrulla se desplazó al lugar y sorprendió a un individuo en el interior de las instalaciones cuando manipulaba un vehículo al que había cortado todo el cableado interior del habitáculo del motor.

Los agentes procedieron a la identificación del sospechoso que llevaba una peluca y una media cubriendo su cabeza. Entre los objetos que portaba hallaron diversas herramientas y un bote de pegamento. Tras comprobar que había forzado la valla perimetral y que había inutilizado una de las cerraduras de una de las puertas procedieron a su arresto.

Según se pudo comprobar, el arrestado era un antiguo empleado de la empresa que había sido despedido hacía dos años al percatarse sus responsables que sustraía diverso material que posteriormente ponía a la venta. Desde entonces, las instalaciones habían sufrido diversos sabotajes causando daños por un valor aproximado a los 200.000 euros.

El detenido, de 51 años de edad, fue trasladado a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias y posteriormente ser puesto a disposición judicial.