El hijo del masajista donostiarra investigado por presuntos abusos a tres menores de 13, 14 y 15 años, ha presentado una denuncia ante la Ertzaintza tras recibir varias llamadas y mensajes intimidatorios, en los que una persona desconocida le amenaza con agredirle en la calle o a la salida del instituto. En su denuncia, a la que ha tenido acceso EFE, este chico, menor de edad, sostiene que las amenazas recibidas "son consecuencia de la detención de su padre", ocurrida el pasado 8 de mayo.

Ésta no es la primera vez en la que desconocidos actúan contra la familia o los bienes del masajista investigado, ya que el pasado miércoles desconocidos atacaron su gabinete de trabajo, rompieron el escaparate del local, situado a pie de calle, y realizaron pintadas en las persianas en las que se le tachaba de "abusador". Unas circunstancias ante las que el investigado se ha visto obligado a cerrar definitivamente su negocio, han informado fuentes de la defensa.

Además de este ataque, aquel día el menor recibió un mensaje de Whatsapp con la imagen de su padre junto a un texto en que se afirmaba que habría "consecuencias", unos hechos que también fueron denunciados ante la Policía Vasca.

Según recoge ahora la nueva denuncia, el hijo del masajista, representado por el letrado Juan E. Álvarez Fanjul, ha recibido este martes dos llamadas telefónicas desde un número desconocido, por lo que decidió no contestar.

No obstante, unos minutos después recibió desde el mismo número varios mensajes a través de Whatsapp en tono amenazante, en los que una persona desconocida le advertía de que si le veía por la calle se quedaría "sin dientes". Además, le instaba a que cogiera el teléfono, ya que de esta manera el desconocido no le haría "nada" pero "de lo contrario" acudiría a esperarle a su "instituto" para agredirle. "Ten cuidado de mí", añadía uno de los mensajes.

El departamento vasco de Seguridad dio a conocer el pasado día 11 la detención del masajista por presuntos abusos a estas tres menores que "supuestamente habían acudido a recibir sendas sesiones de masaje" por parte del investigado.

Tras pasar a disposición judicial, el masajista quedó en libertad provisional con cargos y con distintas medidas para garantizar su plena disposición a la autoridad y la protección de las víctimas, así como para evitar una eventual reiteración delictiva, unas cautelas que no obstante han sido recurridas por el investigado. En su comparecencia ante la juez, el hombre no negó "haber dado masajes a las menores" si bien rechazó "haberlo hecho con intención de satisfacer ningún interés sexual propio".