Cuenta atrás para unas fiestas de verano que se asoman con más ganas de juerga que nunca. Después de dos años de pandemia y la suspensión en cadena de todo evento festivo, el periodo estival recupera usos y costumbres a la antigua usanza: vuelven los Sanfermines a Iruñea, la Aste Nagusia sin restricciones a DonostiaDonostia y un interminable listado de festejos. Es tiempo de sacudirse la parálisis pandémica, pero no a cualquier precio. Gipuzkoa se asoma así al verano post-covid con el reto de celebrar unas fiestas libres de agresiones machistas.

Como ha expresado este lunes la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, “ahora que se menciona la vuelta a la normalidad, no podemos hablar de normalidad mientras se produzcan agresiones sexistas”.

La consejera ha presentado una guía de pautas elaborada por Emakunde. Se trata de un documento de 24 páginas -Guía para impulsar procesos locales de prevención de la violencia machista contra las mujeres durante las fiestas- de "gran valor para inspirar a los ayuntamientos", según ha señalado el presidente de Eudel, Gorka Urtaran, presente también en el acto. Una figura muy simbólica en este contexto previo al verano ya que los consistorios son los que diseñan los programas de fiestas y juegan por ello un papel crucial a la hora de sensibilizar a la ciudadanía.

La ilusión generada por la vuelta de las fiestas "no puede verse empañada" por agresiones ni conductas machistas. Este tipo de agresiones, dice Urtaran, representan la “vieja normalidad”. La misma que todo el mundo ansiaba, pero que nadie quiere si es a costa de comprometer la libertad de las mujeres. La presentación de la guía ha contado con la asistencia de las directoras de Igualdad de los tres territorios, en una elocuente muestra del necesario trabajo conjunto.

El objetivo de la nueva herramienta de trabajo, elaborada con el apoyo de las diputaciones y Eudel, es que los ayuntamientos, las comisiones de fiestas, el sector de la hostelería y los encargados de las txoznas sepan que “desde el primer momento en el que comiencen a organizar unas fiestas, se tenga siempre presente que deben ser espacios seguros para las mujeres”. Algo que, lamentablemente, no siempre ocurre.

CARNAVAL DE TOLOSA: CONTINÚA LA INVESTIGACIÓN

El Departamento Vasco de Seguridad ha confirmado este lunes a NOTICIAS DE GIPUZKOA que continúa abierta la investigación por la agresión sexual sufrida por una vecina de Tolosa durante las fiestas del Carnaval del municipio. Fue el pistoletazo de salida al calendario festivo tras la pandemia, la primera cita multitudinaria. Se saldó con la presunta violación a una joven de 18 años, hechos que se siguen investigando casi tres meses después, con la dificultad añadida de idenficar a los presuntos implicados en unas fiestas con miles de personas disfrazadas.

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Ni la fiesta ni el alcohol justifican ninguna actitud que no se base en el respecto. De hecho, según recoge la guía presentada este lunes, toda relación debe ser deseada mutuamente, y “un no siempre es no, aunque se puede expresar de otras maneras, como déjame en paz, no quiero seguir o quiero volver con mis amigas. Y también, según recoge el documento, mediante el rechazo corporal sin necesidad de pronunciar palabras.

Llamamientos a unas fiestas en paz que año tras año son desoídos, como ocurrió en Donostia durante su última Aste Nagusia antes de que la pandemia pusiera el mundo de vuelta y media. De hecho, en aquel arranque festivo de agosto de 2019, dos hombres de 37 y 40 años, el primero de ellos con antecedentes por violencia de género, fueron detenidos en el centro de Donostia acusados de efectuar tocamientos de índole sexual a una chica y agredir a otra que intentó defenderla.

El ambiente festivo se vio empañado, dando pie a una respuesta social que cobró especial relevancia entre los miembros del colectivo Donostiako Piratak. Sus integrantes adoptaron la decisión de suspender el programa de actividades tras constatar hasta once agresiones sexistas -"dos de ellas violaciones", hechos sobre los cuales el Departamento vasco de Seguridad dijo no tener constancia.

RECUPERAR EL TIEMPO PERDIDO

Desde aquellas fiestas donostiarras a este calentamiento previo del verano han ocurrido muchas cosas. Han sido veintiseis meses de lucha sin cuartel contra el virus, restricciones e incertidumbres que han dejado como efecto colateral una avalancha de problemas psicológicos, sobre todo en los jóvenes. Un sector de población que mira al verano con ganas de recuperar el tiempo perdido y ya tiene marcadas en su agenda algunas fechas festivas cuya asistencia siente como un deber inexcusable.

Por ejemplo, los Sanfermines. Tras dos años consecutivos suspendidos por la pandemia, algo que no sucedía desde la Guerra Civil, Iruñea volverá a celebrar sus populares fiestas con el deseo de desprenderse de la imagen que se le ha atribuido en los últimos años de turismo de borrachera, y de poner freno a toda agresión machista.

Una postura firme que se mantiene inalterable desde el caso de La Manada, la violación múltiple de la que fue víctima una joven de 18 años, ocurrida el 7 de julio de 2016iolación múltiple de la que fue víctima una joven de 18 años, ocurrida el 7 de julio de 2016 y por la cual cumplen condena cinco hombres. Un caso que conmocionó a la sociedad, y que fue el germen del 'sólo sí es sí', proyecto de ley que recibió luz verde el verano pasado y que, en caso de aprobarse definitivamente, cambiaría la forma en la que se juzgan los delitos sexuales.

El texto amplía el concepto de violencia sobre la mujer y define el consentimiento expreso: "Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente, mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".

La ley elimina los abusos sexuales del Código Penal porque considera que todo acto sexual sin consentimiento supone una agresión sexual, algo que el movimiento feminista solicitaba desde el caso de la violación múltiple de la Manada.

Como recuerda la guía que ha sido presentada este lunes, “el alcohol o las drogas desinhiben conductas” pero no justican nunca una agresión, tampoco el comportamiento o estado en el que se encuentren las mujeres.

A la hora de atender una agresión machista, la guía recuerda que todos los bares y txosnas deben contar con el número telefónico y la ubicación del punto de información a las víctimas y pone de relieve que la víctima es la que debe tomar la decisión de qué hacer tras una agresión.