Cada espacio de trabajo en Gipuzkoa se las va a tener que ingeniar para convivir a partir de ahora con el covid-19. Las mascarillas pasarán a estar disponibles en algunos botiquines. Cada empresa decide las medidas a adoptarCada empresa decide. Los servicios de prevención de riesgos laborales están llamados a marcar las directrices sobre su uso, una vez que deje de ser obligatorio con carácter general en interiores a partir de este miércoles.

La aprobación del Real Decreto no ha despejado las dudas de los trabajadores, que se van reincorporando a sus puestos de trabajo tras el parón festivo sin tener del todo claro el modo de actuar a partir de ahora. "No hemos tenido ocasión de ver ningún borrador. Habrá que ver si el nuevo texto trae consigo un cambio de lo establecido hasta ahora en cuanto a la distancia social o la ventilación de los centros. Entendemos que no, pero todavía es pronto para saberlo", indica Alfonso Ríos, responsable de Salud Laboral de CCOO en Euskadi.

Como norma general, las oficinas y empresas son espacios donde no será obligatorio el uso de mascarillas, aunque se aconseja el cubrebocas cuando no se pueda mantener en el trabajo la distancia de 1,5 metros y no exista una ventilación adecuada. "Cada cooperativa es libre de actuar con arreglo a sus propias circunstancias. Las hay abiertas al público, como puede ser Eroski, donde continuarán con la mascarilla, pero en otros centros de trabajo probablemente no sea necesario, aunque todo parece indicar que todavía será necesario un tiempo para adaptarse a esta nueva normalidad", señalan fuentes del Grupo Mondragon.EFICACIA PREVENTIVA DE LA MASCARILLA

La mascarilla ha demostrado durante estos dos años de pandemia su eficacia preventiva en la lucha contra la propagación de todo tipo de virus. No hay más que echar un vistazo a lo que ocurre en las calles para advertir que muchas personas continúan llevándola como elemento de protección. De puertas adentro, cada puesto laboral es un mundo con un abanico inabarcable de circunstancias, y hay empleados que no quieren que esta cultura preventiva desaparezca de las empresas de buenas a primeras.

El responsable de Salud Laboral de CCOO entiende que va a ser necesaria una evaluación de riesgos "exhaustiva" sobre cómo se están cumplimentando las medidas de seguridad. "A la hora de decidir si se emplea la mascarilla o no, va a ser importante tener en cuenta si hay trabajadores con patologías previas, y el espacio en el que se encuentran. Si comparten un lugar pequeño y sin ventilación, como puede ser un taller de mantenimiento, evidentemente habrá que tenerlo muy en cuenta", señala Ríos.

Una norma de "sentido común", según dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuya relajación, en todo caso, divide a quienes opinan que aún es pronto para quitarse la mascarilla y los que creen que ya ha llegado el momento. Ante este escenario incierto, Inko Iriarte, responsable de Salud Laboral de LAB, critica que sean los servicios de prevención ajenos -empresas especializadas que ofrecen sus servicios a otras firmas- las que tengan a partir de ahora capacidad de decisión.

"Como venimos observando en los últimos años, estos servicios son absolutamente patronodependientes, lo que puede provocar situaciones muy dispares respecto al uso de mascarilla ante entornos laborales semejantes. Desde el momento en que no marcas un criterio técnico de cara a la seguridad de las personas trabajadoras, se originan situaciones de todo tipo", censura.

Los sindicatos sostienen que todavía es prematuro para hacer una valoración completa. "Las mascarillas se irán retirando, pero siempre con la legislación que obliga a la empresa a proteger la seguridad y salud del empleado. Son dos línas paralelas que tienen que seguir coexistiendo", advierte Ríos.