La Diputación invertirá 82 millones de euros para desarrollar la Agenda Gipuzkoa 2020<2030 y posicionar así al territorio “en la vanguardia de los cuidados”. Así lo ha indicado este jueves la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, que ha comparecido en las Juntas Generales para dar cuenta de la nueva agenda de atención y cuidados. Esta agenda contempla doce ejes de actuación, 39 actuaciones y más de 80 acciones concretas, que han sido “compartidas, contrastadas y validadas” por diversos agentes sociales, profesionales del sector, profesionales, usuarios, familiares, expertos, sindicatos, asociaciones empresariales e instituciones y entidades públicas.

El objetivo de la Diputación es transitar de un modelo de cuidados “basado en los servicios” a uno “basado en las personas”, de forma que se genere un nuevo marco para que las políticas sociales sean capaces de acelerar el proceso de generación de ecosistemas locales de cuidados, de fortalecimiento del modelo residencial, la personalización de los cuidados y la atención en el domicilio, entre otras prioridades. De esta forma, se persigue anticiparse a los retos de futuro, construyendo un territorio “menos desigual y más cohesionado”.

Esta nueva agenda tiene cinco retos: una estrategia anticovid fortalecida, un modelo de cuidados reforzado, nuevos modelos de gobernanza, el fomento de la inovación y un sistema de evaluación en los cuidados “consolidado, co-participado y compartido”.

Un modelo de futuro

En lo que respecta al sector de las residencias y los cuidados, Peña ha avanzado que, de cara a los próximos dos años, se está trabajando en un estudio sobre el modelo de futuro que se quiere establecer, más personalizado en la necesidad de cada usuario, con residencias cada vez más parecidas al propio domicilio. Ha explicado que se implementará una estrategia para fortalecer los cuidados de larga duración y la atención en el domicilio y se impulsará la digitalización del sector.

En cuanto a la influencia de la pandemia en el día a día de las residencias, Peña ha informado de que, pese a que los centros cuentan con sus respectivos planes de contingencia, protocolos actualizados y el suministro de material de protección necesario, en los próximos meses se actualizarán los códigos de ética.

Por otro lado, se implantarán experiencias piloto y de formación sobre el cuidado emocional y relacional de las trabajadoras y se realizará un estudio con el fin de establecer un marco estratégico para abordar ratios.

Asimismo, desde la Diputación se dará impulso a la implementación de nuevas tecnologías, tanto en las residencias como en el domicilio. Además, se trabajará para fortalecer los vínculos comunitarios, se impulsará el voluntariado y, progresivamente, se irán adecuando los edificios y los espacios físicos de las residencias a nuevos modelos, cada vez más hogareños, sectorizando unidades convivenciales de entre 15 y 18 personas.

Finalmente, también se contempla la implementación de un nuevo programa de voluntariado social, ayudas para financiar proyectos de innovación social, el desarrollo de los ecosistemas locales de cuidados, el impulso a la estrategia territorial hacia un nuevo modelo de atención en el domicilio, el despliegue de la estrategia de Gipuzkoa ante las soledades, así como un nuevo modelo de referencialidad en los servicios sociales y de gestión de casos complejos en el departamento de Políticas Sociales. Además del desarrollo del modelo de evaluación en red, se desplegarán planes estratégicos en materia de protección a la infancia, inclusión social y discapacidad, así como un nuevo modelo integral para la atención a mujeres víctimas de violencia machista y la construcción de un nuevo centro de atención integral para ese colectivo.

“En Gipuzkoa tenemos unos buenos servicios, unas buenas políticas sociales, pero ya veníamos trabajando, antes de la pandemia, en el avance del modelo, no para tirar por tierra lo que tenemos sino valorándolo, mirar hacia dónde tenemos que transitar para mejorar. Cuando llegó el covid vi eso peligrar y no avanzar no es estancarse, es claramente retroceder. Hemos sido capaces de analizar las necesidades con todo el sector, hacerles frente y estamos siendo capaces de mirar hacia adelante y dar pasos y poner proyectos innovadores, ecosistemas y hechos en marcha. No hablamos solo de estrategias y documentos, estamos hablando de hechos tangibles”, ha defendido Peña.