A partir de este mes, todos los pacientes de Gipuzkoa afectados por un cáncer tendrán como centro de referencia Onkologikoa. Osakidetza atenderá en el edificio de Miramón todas las consultas externas y las del hospital de día de Oncología y Oncohematología, en torno a 12.000 pacientes y 20.000 tratamientos anuales.

La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, ha anunciado este viernes una inversión de 7,4 millones de euros destinada a modernizar las instalaciones, los sistemas de información, el área de farmacia, así como la compra de un acelerador de última generación que servirá para tratar 400 tumores al año con mayor precisión.

Osakidetza anuncia que se abre un periodo de "transición" con el objetivo de "consolidar la vinculación" con Onkologikoa. En los últimos meses, los trabajadores de Onkologikoa han protagonizado varias acciones para reclamar una integración plena, tanto del centro como de sus empleados, en la red sanitaria pública.

La consejera ha indicado a este respecto que se garantiza la estabilidad de la plantilla y, en la medida que vayan surgiendo plazas vacantes, bien por jubilaciones o traslados, serán cubiertas por personal que "pasará a estar integrado en la red pública de salud. "Estos puestos de trabajo seguirán los mismos criterios que el resto de organizaciones sanitarias de Osakidetza, hasta que el conjunto del personal acabe perteneciendo a la red pública de Osakidetza".

ORIGEN DEL CONFLICTO

La integración de Onkologikoa en el sistema sanitario público vasco se produjo el 1 de enero de 2019, tras la firma de un acuerdo entre el Gobierno Vasco y la Fundación Kutxa. Este vínculo contemplaba que los pacientes de Gipuzkoa iban a recibir una "idéntica asistencia" con independencia del centro en el que fueran atendidos, con una misma cartera de servicios y bajo una lista única.

Los pacientes, en la práctica, no iban a notar esta integración, que sí supondría una mayor coordinación de todos los profesionales implicados. Casi dos años después, la incertidumbre por el futuro del centro impulsó a un colectivo de unos 200 trabajadores a convocar una concentración de protesta el mes pasado.

Esta mañana, durante la visita de la consejera a la instalaciones, una representación de los trabajadores ha mostrado pancartas en las que reclamaban en euskera una "integración total" de Onkologíkoa en Osakidetza, además de preguntarse por el futuro que les aguarda.

"Este centro va a ser un foco que ayude a iluminar la mejora continua de la atención al cáncer en Euskadi", ha recalcado la consejera, acompañada de la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez, el presidente de Kutxa Fundazioa, Carlos Tamayo y el director de Onkologikoa, Ander Urruticoechea.

La consejera ha asegurado que combatir el cáncer es una de las prioridades del Departamento de Salud y del Gobierno Vasco, recogida en el Plan Oncológico de Euskadi. Para ello ha reconocido que hacen falta equipos profesionales y tecnologías avanzadas y modernas.

En este sentido, este lunes 15 de noviembre se ha abierto el nuevo hospital de día y las consultas externas harán lo propio el próximo lunes, 22 de noviembre. "Se han reformado y adaptado a las nuevas necesidades 20 consultas externas que atenderán a más de 12.000 pacientes al año". En el hospital de día está previsto que profesionales de Osakidetza administren 20.000 tratamientos anuales a más de 3.000 pacientes.

REDUCIR EFECTOS SECUNDARIOS

Osakidetza ha incorporado un nuevo acelerador lineal que permite tratar tumores y tejidos en movimiento "con unos niveles de precisión y velocidad sin precedentes". Según ha avanzado la consejera de Salud, este acelerador al servicio del tratamiento de enfermedades oncológicas podrá tratar 400 pacientes al año.

La consejera ha indicado que esta nueva adquisición se enmarca en "un proceso continuo de renovación y actualización de los equipos de Osakidetza con el objetivo de mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes oncológicos.

En julio, el Comité de Empresa de Onkologikoa hizo público un escrito en el que denunciaba que el hospital se encontraba "a la deriva". Según los representantes de los trabajadores, desde que estalló la pandemia el centro presenta una ocupación media de camas inferior al 50%, gran parte del personal atraviesa periodos sin ninguna tarea de la que ocuparse y, según denunciaban, cada vez era más frecuente que pacientes oncológicos fueran derivados desde el Hospital Universitario Donostia a Policlínica, un centro concertado con Osakidetza.