DONOSTIA. La marea rosa ha vuelto a inundar el Centro de Donostia. Después del obligado parón por el covid en 2020, la marcha solidaria Katxalin en apoyo a las personas afectadas por el cáncer de mama ha vuelto a celebrarse hoy en la capital guipuzcoana con una participación y un apoyo masivos. Más de 3.000 personas habían comprado en los días previos la camiseta rosa solidaria -costaba ocho euros, destinados íntegramente a la investigación- y hoy mismo mucha más gente se ha animado a participar, por lo que el número de personas en el arco de salida ha sido mayor del esperado. La hilera de mujeres, hombres, niños y niñas ataviados con la camiseta rosa abarcaba de sobra todo el Boulevard.

“Entre todas vamos a superar el cáncer”, ha sido el grito de guerra a la salida de la marcha, que partía de Alderdi Eder para llegar al mismo lugar después de una carrera o un paseo, según lo que prefería cada cual. “Está siendo emocionante ver tanta gente”, comentaba Maite Valle, coordinadora de Katxalin.Y es que el movimiento de apoyo a la lucha contra el cáncer ha regresado con fuerzas renovadas, lo que ha hecho que la jornada haya resultado especialmente emocionante.

“Estamos muy satisfechas por la respuesta de la gente. Para las afectadas es una alegría ver cuánta gente conoce el problema, nos apoya, está con nosotras y acude a los llamamientos”, comenta a este periódico Maite Valle, que destaca que “todo el dinero recaudado se dedica a la investigación. Todo es para Biodonostia, estamos empeñadas en tener más medios para que la investigación avance. Que nadie nos tenga que dejar por el cáncer”.

Nuestra meta es llenar Alderdi Eder cada vez con más gente y hacer una fiesta para celebrar que seguimos aquí. Tenemos el apoyo de médicos, de las instituciones que hoy también han estado aquí con nosotras, de las empresas, pero necesitamos que la investigación siga adelante”, expresaba Maite Valle en presencia de algunas de las voluntarias que han hecho posible la jornada de hoy. La coordinadora considera que el avance en la investigación es clave para que la enfermedad se pueda “estabilizar”: “Esa es la meta, que el cáncer se pueda estabilizar, cronificar. Llega un momento en el que el tumor se extiende y, si se cronificara, impediría que el tumor avanzara, y entonces se podría vivir con el cáncer. Ahora la lucha contra la enfermedad es muy inquieta, de altibajos”.

Visiblemente emocionada, Maite Valle recordaba a su hermana, que falleció debido a un cáncer de mama. La propia coordinadora de Katxalin ha sufrido esta enfermedad, que ha superado. “Mi lucha es por mi hermana y por las demás. A la sociedad le debo todo. Pretendemos seguir luchando, ese es mi compromiso con la sociedad”.

Se podría decir que la marcha cuya séptima edición se ha celebrado hoy -tiene lugar desde 2014, con la excepción del pasado año- es la culminación de una labor ininterrumpida por parte de esta asociación guipuzcoana y sus numerosas voluntarias por todo el territorio. “Se trabaja durante semanas en diferentes localidades recogiendo fondos para la investigación y la acogida es muy buena, la gente es muy solidaria. Se hace un trabajo importante, también con los niños y niñas afectadas por el cáncer”, señalan desde Katxalin, que ha visto reforzado este trabajo con la marcha que ha vuelto a teñir Donostia de rosa.