- Hoy comienza el verano y lo hace en Euskadi con las nuevas medidas de flexibilización decretadas por el Gobierno Vasco el viernes y que entraron en vigor ya el sábado. Hay más margen para el ocio que el que había hace apenas unos días, aunque la sociedad tendrá que convivir estas próximas semanas con algunas restricciones. No se alcanza aún la ansiada normalidad previa a la irrupción del covid, y la situación de estas próximas jornadas y semanas será más parecida a la nueva normalidad que marcó el verano de 2020. De hecho, no hay demasiadas diferencias entre una época estival y otra, que no es poco teniendo en cuenta que hace un par de meses la cuarta ola de la pandemia estaba en su peor momento y quien más quien menos se esperaba un verano con muchas limitaciones.

El 19 de junio de 2020 Euskadi entró en la citada nueva normalidad después de culminar el proceso de desescalada y las instituciones comenzaron a abrir la mano en cuestiones referidas a la movilidad y el ocio. Una de las grandes novedades fue la apertura de los parques infantiles, que desde entonces ya no se han cerrado. Además, se permitió el movimiento entre comunidades autónomas y los aforos en piscinas, cines, teatros o museos -o incluso en tiendas, mercadillos y centros comerciales- eran, por norma general, del 60%, aforos muy parecidos a los de ahora, que también han aumentado ligeramente desde el 50% que regía hasta hace unos días. El aforo máximo en eventos deportivos fue en 2020 de 600 personas en recintos cerrados y de 1.000 en espacios abiertos, y ahora es de 600 y 800, respectivamente. Con un añadido según capacidad: en recintos de entre 1.600 y 5.000 personas, los máximos pasan a ser de 800 y 1.200, mientras que en recintos con capacidad para más de 5.000 espectadores el aforo máximo no podrá superar el 30%.

El panorama respecto al pasado verano es parecido en piscinas -con un aforo del 60%- y en playas, donde la Diputación de Gipuzkoa sigue controlando el aforo mediante la misma aplicación del año anterior, con la presencia de hondartzainas en La Concha y la opción de cerrar el acceso a algún arenal si se aprecia que hay demasiada gente.

El toque de queda era algo que no existía el verano anterior y ahora también parece haber quedado como algo del pasado, ya que el horario límite para estar en la calle quedó anulado con el fin del estado de alarma el 9 de mayo. Han sido meses de toques de queda y confinamientos perimetrales que no hubo el verano pasado, pero sí en otoño, invierno y primavera. El hecho de no tener limitaciones de ese tipo ofrece una sensación de libertad perdida durante muchos meses.

diferencias en hostelería

En la hostelería hay algunas diferencias. En 2020 no había un límite de aforo como tal, aunque los establecimientos debían asegurar una distancia de 1,5 metros entre las mesas, mientras que ahora en el interior el aforo no puede pasar del 50%. En terrazas el aforo puede ser completo aunque manteniendo la distancia entre mesas. El año pasado, eso sí, se podía consumir en barra y de pie sin limitación de personas, aunque manteniendo las distancias entre grupos -lo que dio pie a polémicas imágenes de aglomeraciones en calles con muchos bares-, cosa que ahora no se puede hacer.

En el inicio del verano de 2020 no había límites horarios en hostelería, aunque las discotecas debían limitar su aforo al 60% y no se permitían las pistas de baile. Este sector es el más perjudicado ahora, ya que la hora de cierre a las 2.00 y la imposibilidad de consumir de pie o bailar hace que las discotecas deban seguir aún cerradas.

la mascarilla

El verano de 2020 comenzó sin mascarillas en la calle, aunque era necesaria al entrar en tiendas o comercios, o en el transporte público, y se pedía su uso cuando no se podía mantener la distancia de metro y medio entre personas, una petición difícil de cumplir en la práctica. De ahí que el 16 de julio el Gobierno Vasco hiciera obligatorio el uso de la mascarilla en cualquier situación. Ahora su uso sigue vigente, aunque a partir del sábado no habrá que llevarla al aire libre, una novedad muy celebrada. Se mantiene su obligatoriedad, eso sí, en espacios cerrados.

las perspectivas

La principal diferencia entre el verano de 2020 y el de 2021 es la perspectiva de futuro, ya que si bien la situación de partida es parecida, las vacunas hacen que el futuro se vea con mucho más optimismo. A finales del pasado verano la situación epidemiológica fue poco a poco complicándose hasta dar lugar a unos meses complicados, con oleadas de contagios y hospitalizaciones, mientras que ahora, gracias a una vacunación que marcha a muy buen ritmo, se espera que la incidencia del covid sea cada vez menor.

Si nada se tuerce, esto dará pie a mayores flexibilizaciones referidas a aforos, hostelería y, quizás, la apertura de discotecas en Euskadi a lo largo del verano. Una mejoría en la situación epidemiológica también permitirá llevar a cabo más eventos en la calle, aunque están suspendidas por segundo año consecutivo las fiestas patronales o la propia festividad de San Juan, cuyas hogueras no se encendieron el pasado verano y tampoco lo harán mañana. En resumen, el verano comienza de forma parecida al anterior, pero con la esperanza de que acabe siendo mejor y dé paso a un otoño plenamente normal.

19 de junio

Las diversas fases de la desescalada dieron paso a la denominada como nueva normalidad, que entró en vigor en Euskadi el 19 de junio de 2020. La movilidad era plena en Euskadi y empezó a ser total en todo el Estado desde el día 21.

Horarios

En el inicio del pasado verano no hubo toque de queda ni limitaciones de horarios más allá de los propios de cada sector.

Aforos

En cines, teatros, comercios e incluso piscinas el aforo máximo permitido era del 60%. El público en eventos deportivos no podía superar las 600 personas en recintos cerrados y 1.000 en abiertos.

Playas

El pasado verano se estrenó el sistema para controlar los aforos y la presencia de hondartzainas en La Concha.

Hostelería

En el inicio del verano de 2020 no había un límite de aforo en bares y restaurantes, aunque debía haber 1,5 metros de distancia entre mesas. Se podía consumir en la barra y de pie. Las discotecas podían abrir, aunque con aforo al 60% y en lugar de pistas de baile había mesas para consumir. Las sociedades gastronómicas podían abrir.

Mascarilla

El verano anterior comenzó sin mascarilla en la calle y solo era necesario en comercios y a la hora de usar el transporte. Sin embargo, el 16 de julio el Gobierno Vasco obligó al uso de la mascarilla en cualquier situación.

19 de junio

Este pasado viernes Iñigo Urkullu anunció medidas de flexibilización que empezaron a aplicarse desde el sábado, también un 19 de junio. No hay limitaciones de movilidad desde el 9 de mayo, cuando acabó el estado de alarma

Horarios

Tras meses de toques de queda, ya no hay hora límite para estar en la calle mientras que el cierre de la hostelería es a las 2.00.

Aforos

Los aforos, en general, han pasado del 50% al 60% en Euskadi. En deporte, 600 espectadores en recintos cerrados y 800 en abiertos, aunque con más margen si los espacios tienen mayor capacidad.

Playas

Se repite el sistema del año anterior, con citada aplicación y esa mayor vigilancia en La Concha.

Hostelería

Después de muchos meses complicados, la hostelería puede abrir hasta las 2.00, aunque el aforo interior es del 50% y aún no está permitido consumir ni de pie ni en la barra. El ocio nocturno es el gran perjudicado con las discotecas cerradas, al no poder ni bailar ni consumir de pie. Las sociedades por fin abren desde el sábado pasado.

Mascarilla

Por ahora la mascarilla continúa siendo obligatoria en Euskadi, pero la gran novedad es que desde el próximo sábado, 26 de junio, ya no hará falta llevarla al aire libre. Eso sí, seguirá siendo necesaria en espacios cerrados.

Hace dos meses, con la cuarta ola en su peor momento, se esperaba un verano con más limitaciones, pero la mejoría ha permitido abrir la mano