La Fiscalía, que inicialmente reclamaba 24 años de cárcel para el acusado del crimen de Elgoibar, ha rebajado este viernes su solicitud de pena hasta los trece años y medio de prisión, al apreciar las atenuantes de reparación del daño y de intoxicación etílica.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 11 de mayo de 2019 cuando, horas después de mantener una discusión con el fallecido en un bar de la localidad, el procesado lo acuchilló en dos ocasiones cuando se despedía de su novia en el portal del edificio donde ésta vivía. Antes de apuñalar al hombre, el inculpado, de nacionalidad nicaragüense igual que sus víctimas, asestó tres cuchilladas a la mujer, que quedó malherida. En su posterior huida, el inculpado (que ya reconoció la autoría del crimen en la primera jornada del juicio), se sumó a los participantes en una prueba deportiva de marcha montañera, entre los que fue detenido por la Policía cuando se encontraba ya en el paraje de Karakate.

Las cámaras de seguridad de distintos establecimientos de Elgoibar grabaron el presunto seguimiento al que, según la Ertzaintza, el procesado sometió a sus víctimas antes de agredirlas en varias secuencias que han sido proyectadas hoy ante el jurado.

El fiscal ha considerado que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato y de otro de lesiones agravadas en la sexta jornada de la vista que se sigue en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, donde las distintas partes han expuesto este viernes sus conclusiones definitivas y sus informes ante los miembros del jurado.

Durante la sesión, la acusación particular que ejerce la familia del fallecido ha reclamado veinte años de cárcel para el acusado, mientras que el abogado de la mujer acuchillada ha pedido diez años de prisión por intento de asesinato a su clienta.

La defensa, por su parte, ha solicitado ocho años y medio, por un delito de homicidio y otro de lesiones con las atenuantes de intoxicación etílica y de reparación del daño causado.

En la exposición de su informe, el fiscal ha asegurado que aquella noche el procesado actuó con alevosía para garantizar la muerte del fallecido sin asumir riesgos para sí, ya que el ataque fue "súbito e inesperado", sin posibilidad de que la víctima, que se encontraba bebida, se pudiera defender ni oponer una resistencia "mínimamente eficaz".

El representante del Ministerio Público ha recordado también que para cometer los hechos el inculpado acudió previamente a su domicilio para coger un cuchillo, como luego confesó "espontáneamente" a un ertzaina, tras lo que sometió a sus víctimas a "ocho minutos de seguimiento" antes de agredirlas "cuando estaban despidiéndose" en el portal de la casa de ella. Ha aclarado además que, en su opinión, el ataque sufrido por la chica no fue una tentativa de asesinato porque, como demuestran las lesiones poco profundas que sufrió, el inculpado no tenía "ánimo de matarla", a diferencia de lo que ocurrió con el hombre.

El abogado de la familia del fallecido ha mantenido, por su parte, que en este caso no es posible aplicar ninguna atenuante ya que, a su entender, el procesado tenía "muy poco o nada afectadas" sus capacidades cuando tuvo lugar el crimen, mientas que los 5.000 euros adelantados por el inculpado resultan insuficientes para reparar el daño causado a los allegados de la víctima.

En su turno de intervención, el letrado de la mujer acuchillada ha asegurado, al contrario que el fiscal, que el encausado sí tuvo intención de matar a su cliente y que si no lo consiguió fue por el grosor de las prendas que vestía que impidieron que las cuchilladas fueran más profundas, así como porque ella tuvo tiempo de refugiarse en el portal.

Finalmente, la defensa ha mantenido su versión de que el incidente se produjo de forma sorpresiva y fue resultado de una pelea entre los hombres en la que resultó herida la mujer, al tiempo que ha descartado que su patrocinado sometiera a un seguimiento a la pareja algo que, a su entender, no queda probado por las imágenes de las cámaras de seguridad más allá de las "hipótesis".

Al final de la vista el acusado ha empleado su derecho a decir la última palabra para pedir perdón "desde lo más profundo" de su "corazón" a las víctimas, al tiempo que se ha mostrado produndamente arrepentido.

Las sesiones del juicio quedarán suspendidas durante el fin de semana hasta que el próximo lunes el magistrado presidente del tribunal entregue el objeto del veredicto a los miembros del jurado que ese mismo día comenzarán sus deliberaciones.