donostia - El presunto autor de la muerte de Pablo Acuña el pasado sábado en Elgoibar ingresó ayer en la prisión de Martutene por orden del juez. Aunque la investigación policial sigue abierta, el Departamento vasco de Seguridad ha descartado el móvil de violencia de género y todo apunta a una discusión previa que se habría originado entre los dos hombres en un bar del municipio.

La Ertzaintza abrió ayer atestado por homicidio contra el detenido, de 35 años, acusado de apuñalar a Pablo Acuña, de 36, y herir a su acompañante, Jacqueline, de 37, por lo que fue trasladado a la prisión de Martutene.

Al parecer, las tres personas, todas ellas de nacionalidad nicaragüense, habrían coincidido durante la noche del sábado en el bar Lagunak de Elgoibar, lugar habitual de encuentro entre ciudadanos latinoamericanos.

La víctima y el detenido, viejos conocidos que habrían trabajado previamente juntos en labores forestales, comenzaron una discusión en el local cuyo origen estaría presuntamente en unos celos sobre la acompañante del primero.

La Ertzaintza ha rechazado que lo ocurrido pudiese vincularse a violencia de género, puesto que el agresor y la mujer no habrían mantenido con anterioridad una relación sentimental.

Ante esta situación, el propietario del establecimiento habría expulsado al trío del local, por lo que la pareja se desplazó a un portal de la calle San Inazio, donde la mujer trabajaba como cuidadora interina de una vecina de 93 años.

El detenido les habría seguido, originando un nuevo altercado en plena calle que se saldó con el apuñalamiento mortal de Pablo. La mujer también resultó herida tratando de defender a su acompañante y tuvo que ser trasladada al Hospital Comarcal de Mendaro, del que fue dada de alta el lunes.

No obstante, los servicios sanitarios desplazados al lugar no pudieron salvar la vida del varón, que presentaba heridas de arma blanca en la espalda y el cuello.

La Ertzaintza puso en marcha el dispositivo de búsqueda del agresor nada más conocerse el suceso, pero no fue hasta las 11.25 horas del mismo sábado cuando pudieron identificarlo.

El hombre habría intentado eludir su detención infiltrándose entre los participantes en la marcha montañera que organiza cada año la sociedad Morkaiko.

Con el objetivo de esclarecer lo ocurrido durante las horas posteriores al asesinato, la Ertzaintza ha pedido a los participantes en la marcha que le remitan las fotografías y vídeos que se realizaron de los montañeros que tomaron parte en la misma en el tramo desde la salida en Plaza Handia hasta el primer avituallamiento.

repatriar al cuerpo Familiares y allegados de Pablo, junto a cientos de elgoibatarras, despidieron el martes en Kalegoen plaza al joven asesinado.

Ahora, la familia trata de recaudar aproximadamente 8.000 euros con los que poder repatriar el cuerpo de Pablo a Nicaragua. Jacqueline, por su parte, ya recuperada de las heridas sufridas, ha sido despedida de su trabajo como cuidadora interina, dado que en el momento del trágico suceso debía haberse encontrado en el domicilio de la vecina que cuidaba. - A. Zubiria