- El súbdito nicaragüense acusado de asesinar de varias puñaladas en Elgoibar a un compatriota y dejar malherida a la acompañante del fallecido, de la misma nacionalidad, se enfrentará a una petición de 24 años de cárcel en el juicio que arrancará el 31 de mayo en la Audiencia de Gipuzkoa.

El Ministerio Público también demanda distintas compensaciones para los padres, hijos y hermanos del fallecido, que en su conjunto suman 411.000 euros, así como una indemnización de 5.230 euros para la mujer que resultó herida.

Según este texto, los hechos se remontan a la madrugada del 11 de mayo de 2019, cuando, sobre las 3.00 horas, el encausado coincidió con las víctimas en un bar de la localidad, donde estuvo bailando con la chica, circunstancia que no agradó a su acompañante, quien agarró a la mujer de la mano y la aparto del encausado. Este hecho dio lugar a un enfrentamiento entre ambos hombres, que fueron expulsados del local, si bien poco después el propietario del negocio permitió al acompañante de la mujer regresar al interior.

Tras visitar otro local decidieron “volver a casa”, cuando el procesado comenzó a seguirlos, “provisto de un cuchillo de nueve centímetros de hoja”, y tras llegar al portal y despedirse otros amigos, el encausado se abalanzó “de forma repentina” sobre la mujer, a la que presuntamente asestó tres cuchilladas “por la espalda”, una de las cuales le afectó en la parte paravertebral dorsal izquierda, otra en el área subescapular y la tercera en el hombro.

Mientras la agredida lograba refugiarse en el portal, su acompañante logró escapar corriendo, si bien el acusado lo persiguió, le alcanzó y presuntamente le dio dos cuchilladas “con intención de acabar con su vida” seccionándole la arteria aorta, lo que provocó la muerte del agredido “breves instantes después”.

El Ministerio Público reclama que, en caso de ser encontrado culpable, el procesado cumpla las penas de cárcel “en su totalidad en territorio español”, y que, cuando acceda al tercer grado penitenciario o le sea concedida la libertad condicional, sea expulsado durante diez años, si se constata que carece de arraigo.