- La herencia covid de la Semana Santa está siendo demoledora en Euskadi. La pandemia ha vuelto a desbordarse con más de un millar de contagios (en concreto 1.003) en un solo día. Se trata del número más alto desde el pasado 3 de febrero. La velocidad de propagación y el riesgo de rebrote crecen al ritmo de la vuelta de Navidades, mientras la presión en las UCI prosigue su escalada, con 133 enfermos críticos. Así, las cosas, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, alertó ayer de la gravedad de la situación y de que si la tendencia ascendente se mantiene, Osakide-tza deberá posponer intervenciones quirúrgicas.

La cepa británica está detrás de ocho de cada diez contagios y, según Sagardui, puede afirmarse que "ha sustituido de alguna manera al virus original". Menor presencia tienen la variante brasileña, con un total de 57 casos, la sudafricana, con 26, y la nigeriana, con un caso.

En este sentido, el viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, explicó en una entrevista en Radio Euskadi que no se tiene "la explicación completa" de por qué se está "en unos momentos peor que en otros" o en comparación con otras comunidades. No obstante, matizó que "las comparaciones del momento tienen el sesgo" de que las comunidades van a distintos "ritmos". Según indicó, se ha observado que, en cada pico, el momento de subida en Euskadi es "más tardío" que la media del Estado y eso hace que en otras comunidades "lleguen al techo y empiecen el descenso antes", por lo que "si comparamos esos momentos en que estamos subiendo y otras comunidades están ya de bajada, la diferencias son importantes".

De la gravedad de la pandemia son testigos las unidades de cuidados intensivos, que siguen llenándose de enfermos graves y están ocupadas por 133 personas. Es el séptimo día consecutivo con subidas de pacientes en este tipo de camas hospitalarias. Sagardui recordó que en octubre había 45 camas ocupadas en las UCI vascas por enfermos covid, mientras que cuando arrancó la tercera ola de enero había ya 71. Esta cuarta ola ha llegado sin poder vaciar las unidades de críticos porque en el mejor momento de marzo había 80 pacientes críticos.

Sagardui aseguró que en este momento es posible mantener actividad asistencial ordinaria y dar una "atención adecuada", pero advirtió de que habrá que tomar medidas si la incidencia sigue creciendo. El plan de contingencia de Osakidetza contempla cinco escenarios y ahora se encuentra en el tercero, con 331 camas habilitadas. Sin embargo, hay capacidad de duplicarlas y llegar hasta 600, si "lamentablemente" fuera necesario. Ese escenario también obligaría a "priorizar las intervenciones quirúrgicas".

La consejera puso en valor el trabajo de los rastreadores de Osakidetza después de que los grupos de la oposición cuestionaran que solo se conozca el 50 % de los contagios. Sagardui negó este extremo y explicó que la mitad de los infectados son identificados antes de tener síntomas por ser contactos estrechos de otros contagiados, fruto de esa labor de rastreo. La consejera apeló a la "responsabilidad personal" para cumplir con las medidas sanitarias, que "ya son estrictas de por sí", al tiempo que recordó que las medidas están en permanente revisión. Quintas definió la situación epidemiológica de Euskadi como "mala, aunque se ha estado peor". Pidió a la población que, pese a estar vacunada, no se relaje "un ápice" y advirtió de que el hecho de vacunarse puede dar "una falsa sensación de seguridad que implique un relajamiento de medidas preventivas".

"Cada uno de nosotros debe cumplir con las medidas, que ya son estrictas de por sí"

Consejera de Salud

"En cada pico, se ve que el momento de subida en Euskadi es más tardío que en el Estado"

Viceconsejero de Salud